Millonarios de incógnito en Antena 3

Joaquín Torres se ha criado en una familia acomodada. Dirige un estudio de arquitectura con 80 personas a su cargo, que no necesita para vivir porque desde niño lo tiene todo resuelto. Ha diseñado la casa de, entre otros, Zinedine Zidane, y llegó a despreciar proyectos de viviendas de menos de 3.000 metros cuadrados. Durante una semana, se fue a vivir a la casa de una pareja de La Coruña que da cobijo a ex toxicómanos o enfermos de sida. Su peripecia ha sido seguida por una cámara de Antena 3, para el nuevo «reality» que hoy (22h.) se estrena: «El secreto».

Para la directora de programas de Antena 3, Ana Rivas, la adaptación de este formato, que triunfa en una veintena de países, inaugura una forma de «televisión solidaria» que no se conforma con contar lo que pasa, sino que quiere intervenir en la realidad. Lo que seguro que han conseguido es cambiar la vida a tres millonarios.

La misma calle

«Desde luego que mi vida no ha vuelto a ser la misma», reconocía ayer Torres en la presentación del programa, donde confesó que la idea de participar en el espacio le pareció buena para promocionar su estudio. «Puede ser criticable, pero no me metí en esto por ayudar a los demás, porque nunca lo hice», se sinceraba ante los medios. Pero la experiencia ha sido «imposible de transmitir con palabras», decía. Torres volvió a una calle cerca de su Coruña natal, por donde pasó «mil veces» en su juventud. Y lo que allí vio no lo puede olvidar. «Nunca pensé que había gente tan buena, que se ocupaba de otros por los que no se interesa ni su familia, que es feliz ayudando a los demás, que dedica todo su tiempo libre y sus recursos a ello. Que nunca ha tenido vacaciones», aseguraba vestido con su camisa cara y americana a medida.

Pero su experiencia fue más allá. La intensidad del trabajo diario, sin dinero, entre voluntarios que preparan 200 comidas y cenas que reparten gratuitamente, vivió una especie de catarsis. «Me metí completamente en el nuevo entorno, sin límites, y hubo un momento en que estaba deshecho. Y llegué a hablar de temas que en mi familia siempre han sido tabú», relataba. Y, a pesar de las cámaras, contó el drama del que no se puede hablar en las reuniones familiares: «Fue una experiencia dolorosa pero valió la pena». Al cabo de una semana, reveló su identidad y entregó una donación al centro donde estuvo residiendo y trabajando. Además, consiguió otras ayudas por más del doble de dinero. «Sólo le pido a mi mujer que no me deje olvidar lo que viví», dice Torres.

Dos «pobres niños ricos»
- Otro de los participantes es Marcos Fernández Luengo, uno de los fundadores de la cadena de peluquerías Marco Aldany.
- También vivió esta experiencia Marcos Bellvis, empresario zaragozano, nieto del inventor del «friegasuelo».