Moncloa corrige al PSOE y apea a Zapatero de varios mítines

Murcia, Valencia, Sevilla, Palma de Mallorca, La Coruña, Badajoz, Zaragoza… Hasta doce mítines de Zapatero llegaron a programarse para esta campaña electoral. Hoy, sin embargo, la participación global del presidente es una incógnita. Desde la calle Ferraz han anunciado que la presencia del líder del PSOE en la campaña se desvelará semana a semana. A día de hoy, por tanto, sólo sabemos que esta semana el jueves estará en Oviedo; el sábado, en León y el domingo, en Bilbao, por lo que el acto previsto inicialmente el viernes en La Coruña se ha caído del cartel. La próxima semana, a saber.

El cambio de una campaña con presencia masiva del secretario general a otra más liviana responde a un doble motivo. Uno, a la decisión de Moncloa de exprimir al máximo la agenda de Gobierno frente a la del partido. Y dos, al resultado del Debate de la Nación. Alguien en la Presidencia del Gobierno está convencido de que, en estos tiempos adversos para el Ejecutivo, lo mejor es que el presidente se dedique a desplegar en actos sectoriales las medidas frente a la crisis que anunció en el debate. Si ayer Zapatero así lo hacía en el Instituto de Empresa Familiar, el próximo jueves lo hará ante el sector turístico y la siguiente semana, ante el agropecuario. El objetivo es dar a conocer el nuevo modelo de crecimiento económico sostenible para el que Zapatero desea concitar el mayor grado de consenso. A cambio, será necesario sacrificar algunos actos de la agenda electoral previstos inicialmente. El Comité Electoral del PSOE es consciente de que la cita del 7-J no es baladí, y no sólo precisamente por lo que España se juega en Europa, sino la lectura nacional que se pueda hacer de los resultados el día 8. Hasta el momento, en la calle Ferraz se trabaja con el escenario de un resultado muy ajustado, de un empate como el que pronosticó la semana pasada el CIS, aunque también hay quien habla sin ambages de una previsible derrota que sólo puede voltear una masiva movilización del electorado de izquierdas.

De ahí la numerosa presencia de Felipe González en esta campaña, alguien que, aun a riesgo de que deje caer alguna crítica al Ejecutivo, es capaz de movilizar como nadie el voto en determinadas Comunidades Autónomas. Agenda gubernamental e implicación de pesos pesados son, pues, dos de las tres patas que sostienen la estrategia de los socialistas en esta campaña. Pero hay una tercera que se visualizó ayer de forma nítida durante la comparecencia de la secretaria de Organización, Leire Pajín, al término de la reunión de la Permanente: el «caso Gürtel» y la supuesta corrupción en el Partido Popular.

CLAVES: Un electorado desmotivado- De momento, el PSOE dice no tener encuestas propias sobre las elecciones. Hasta anoche, en Ferraz no entraban los primeros trabajos demoscópicos encargados por Leire Pajín, quien sí maneja otros trabajos que otorgan al PSOE el mismo número de escaños que al PP. Igual que el CIS.- En Ferraz admiten que el peor enemigo de López Aguilar no es Mayor Oreja ni las crisis, sino un electorado socialista desmotivado ante la cita electoral.- «Gürtel» estará muy presente en la estrategia de campaña del PSOE