Montiel debuta como directora teatral

Cosas veredes. Ya se hacen cruces y hasta rosarios ante el anuncio del debut de Sara Montiel como directora teatral. Es cierto que la actriz no había digerido ser ninguneada durante la organización del primer concierto de su hijo Zeus. No sólo despreciaron la experiencia materna, también su carrera artística, que, en los últimos tiempos, concentró sobre la escena. Y todavía sigue, ya que está a punto de concluir una gira localista por doce poblaciones manchegas. Porque es de las que morirán con el taconazo y la lentejuela puestos, porque es genio y ya no figura. Resulta implacable la herida del tiempo, que para nada ha afectado su bien montada sesera. Aún con el rebote de verse excluída del espectáculo de su hijo, prepara un estreno con Cary Antón, la tercera ex de un López Vázquez que apenas ve, según me cuentan, y Máximo Valverde. Levantan el telón la próxima semana del Muñoz Seca, escenario en el que la obra «La duquesa al hoyo... y la viuda al bollo» no ha funcionado muy allá, a pesar del esfuerzo y personalidad de Terele Pávez. Con morboProdigan curiosidad y hasta perplejidad ante lo que, con ese par, monta la Montiel. Su título no deja lugar a dudas: «Tú sí que vales, Loli», algo que recuerda a aquellas viejas obras de Saza, como «¡Clavijo, búscame un hijo!». Igual el montaje resulta entretenido y se convierte en el éxito del año. El único atractivo está en comprobar cómo se mueve Saritísima en plan dictatorial. Era una vieja ambición y siempre ha presumido de que aprendió la técnica con su marido Anthony Mann y como alumna de Bardem. Hablo de José Antonio, el único de la «family» que, por entonces, tenía renombre. Es mucho el morbo ante semejante estreno, porque Enrique Cornejo se ha limitado a alquilar el teatro y no se arriesga nada, pero toca madera.Igual hace un dolido César Antonio Molina lamiéndose las heridas por la manera irregular con que ha sido cesado mientras realzaba un acto en El Cairo. Lo recordará siempre por lo que ha tenido de patada en el trasero. Sin duda, le añorarán, como a Carmen Alborch, Esperanza Aguirre y a Carmen Calvo, porque la profesión ya repudia a Ángeles González-Sinde. Quizá sería un gesto que se acercase al Festival de Cine de Málaga, que hoy se inaugura, y donde mañana Antonio Banderas entrega un premio honorífico a Juan Diego. Sinde podría congraciarse y tener un debut raudo y efectista. Por Málaga exaltan la mantilla española y «¡Hola!» recoge lo airosa que resulta Melanie Grifith con un tocado tan nacional. Tiene el mismo arte, aunque menos costumbre, que la Duquesa de Alba, las dos la lucieron con teja y velo traseros. Es más al aire moderno y quizá la Reina debería utilizarla para reimponerla. Tita, que ha sido imagen del cartel de la fiesta exaltadora de la mantilla, está muy favorecida, aunque aún no entiendo cómo Nati Abascal no ha realizado un reportaje que indicara las múltiples formas de colocársela, aunque ella es más partidaria de los picos hasta la cintura.Porque si el significado trío coincide poniéndose la mantilla con el mismo estilo, Nati inventa mil maneras de ponerse flores en el pelo para completar la gitanería de abril. Que estamos en feria.