Barcelona

Montilla promete avances en financiación «en los próximos días»

Montilla promete avances en financiación «en los próximos días»
Montilla promete avances en financiación «en los próximos días»larazon

La remodelación del Gobierno parecía, de buenas a primeras, un paso atrás en el proceso de negociación de la nueva financiación catalana y de los traspasos previstos en el Estatut. El cambio de los interlocutores podía haber supuesto un obstáculo añadido en unas negociaciones estancadas desde hacía tiempo. Ante este panorama, desde el Govern se empeñaron en asegurar que la entrada de aire fresco en el Ejecutivo de Zapatero serviría para desencallar las negociaciones y así parece que ha sido, o al menos esto se quiere dar a entender. El presidente de la Generalitat, José Montilla, se mostró ayer «convencido» de que habrá avances en financiación y en el despliegue del Estatut «a lo largo de los próximos días y semanas». El presidente catalán precisó que antes de los cambios en el Gobierno las negociaciones se encontraban «encalladas» y la Generalitat se mantenía a la espera de que el Ministerio de Economía presentara una nueva propuesta de financiación satisfactoria para las aspiraciones catalanas, una propuesta que parece que está al caer. Aunque de las reuniones mantenidas entre la Generalitat y el Gobierno durante las últimas semanas no ha salido ningún acuerdo en firme se quiere dar imagen de que las cosas se han reactivado y que el final del camino empieza a acercarse después de muchos meses de retrasos e incumplimientos. La tranquilidad de Montilla y su equipo contrasta con el escepticismo de la oposición. La presidenta del PP, Alícia Sánchez Camacho, instó ayer al president a que presente la nueva propuesta de financiación que plantea el Gobierno si tan convencido está de que el acuerdo de fraguará en breve. «No es suficiente con que prepare al PSC y a los socios. Queremos que dé transparencia, información y explicaciones a los catalanes», afirmó Camacho que se mostró sorprendida de que «el presidente haya pasado de ser el catalán cabreado a ser el catalán convencido».