América

México

No hay crisis para Botín

La Razón
La RazónLa Razón

Hay también en España otras noticias además de las de terrorismo. Afortunadamente. La última semana de julio fue prolífica en cierres de cuentas por parte de numerosas empresas. Y me llamaron la atención los espectaculares resultados del Banco Santander, que en plena crisis económica apunta el mejor beneficio de su historia, a su vez el mayor de la banca mundial. Algo insólito dado el caos que vive el sector financiero, pero que evidencia que las crisis sirven también para afianzar a las empresas que lo hacen bien. Tuve ocasión de comprobarlo durante los años ochenta y noventa en el ámbito periodístico, cuando algunas publicaciones no fueron capaces de sobrevivir a los dos embates que sufrió la economía española durante aquel tiempo, mientras que otras aprovecharon la situación para avanzar y destacar. Nada comparado con la crisis actual, por supuesto. Pero es verdad que al final sucede casi siempre lo mismo: los que son capaces de funcionar con prudencia, pero sabiendo conectar con el público, tienen asegurada no sólo la supervivencia, sino incluso avanzar sobre sus competidores.Lo del Santander parece increíble. Pero es real. Ninguna otra entidad financiera mundial, salvo los bancos chinos, gana tanto dinero ahora. Va a un ritmo tal que obtendrá un beneficio incluso superior al de 2008, que ya fue extraordinario. Algunos demagogos dirán que cómo se puede permitir que los bancos ganen tanto dinero en medio de una situación como la actual. Pues justamente por eso. Porque lo que hace falta es que las empresas y los bancos vayan bien para que fluya el dinero y se recupere la actividad, cuestión fundamental para salir de la recesión.De ahí la importancia de que el sector financiero esté saneado. Eso no significa no dar dinero, sino darlo con las debidas garantías. Justamente el problema actual de las cajas reside en que concedieron fondos sin ton ni son a gente que carecía de recursos para devolverlos. Y así están algunas, arruinadas y poniendo en riesgo a la economía del país. Por eso es tan importante que haya bancos como el Santander, que triunfan no sólo aquí, sino en más de medio mundo. El grueso de su actividad se desarrolla fuera de España, particularmente en América, y de manera más que exitosa en México y Brasil, pese a las campañas de Chávez. Pero no sólo en América. Llama la atención la creciente penetración del gigante español en Portugal y, sobre todo, en el mercado británico, donde hace cinco años compró el Abbey, sexto mayor Banco del Reino Unido, que en ese momento languidecía. La prensa inglesa lo recibió con comentarios jocosos e incluso racistas. Hoy lo respetan y se refieren al Santander como la nueva Armada Española, según he tenido ocasión de comprobar in situ. El Abbey, que ya se llama Santander, ha pasado de un beneficio cero a ganar más de 1.500 millones de euros. Se dice pronto.Botín ha comprado, además, otras dos entidades inglesas: la Bradford y el Alliance. También pasarán a denominarse Santander, y entre los tres totalizarán una red de más de 1.300 oficinas. La firma española ya no despierta recelos en la City, que lo reconoce como el quinto mayor grupo del país, el tercero privado, pues Lloyds y Royal Bank of Scotland fueron nacionalizados.De manera que también hay noticias positivas. Ojalá tuviéramos muchas empresas y bancos como el Santander. España sería otra cosa.