Crítica de cine

«No pierdas el tiempo tontamente»

La Razón
La RazónLa Razón

Granada, 24 de abril de 1930

 

Queridísimo hijo:

Recibimos tu carta, que como siempre nos proporcionó una gran alegría. Estás viendo y disfrutando como pocas personas a tu edad: quiera Dios que todo sea bien aprovechado y que no sólo sea disfrutar sino también aprender e irte acostumbrando a manejarte tú solico con lo que ganes; y si sucede algo, que sea que nos regales de lo que te sobre. ¡Ojalá sea mucho!

Todo lo que dices de Chacón y mucho más lo suponía yo, sabiendo la clase de persona que es; ahora, que tú lo estimes en lo que vale y le pagues con lo mismo. Yo tengo ya muchísima gana de que me escribas diciendo cuándo te vienes y cómo haces el viaje, pues yo calculo que tus conferencias estarán ya terminadas y debes procurar no gastar demasiado y traerte alguna cosita ahorrada para seguirte manejando. Si no quieres entretenerte en recortar los artículos de los periódicos, mándalos enteros y yo los recortaré, pues tenemos muchos deseos de saber lo que dicen de ti y lo mismo algunos amigos, como Constantino que quisiera decir algo de ti en su periódico.

Cuando recibas ésta ya estará Paquito actuando o quizás lo habrá hecho; quiera Dios darle suerte y que tenga un éxito grande, pues yo creo que es lo que él necesita, triunfar una vez y con ese aliento ya se entusiasmará y entrará en una vida de carrera activa, pues el pobre siempre ha tenido mala suerte con tanto como vale. Puedes creer que sus oposiciones y sus cosas me preocupan más que las tuyas, porque tú ya has triunfado y no tienes más que trabajar cuidando mucho de no decaer ni el canto de una paja.

Te mando una carta que hemos recibido hoy mismo de Dalí que nos ha sorprendido enormemente, pues yo no creía que tú no tenías tanta frescura. Después del favor que te hizo tú has tenido dinero para pagarle y lo tenías que haber hecho antes que tirarlo en divertirte sin lucir ni parecer. Nosotros no dudamos ni un momento de lo que dice Dalí, pero te remito la carta para que tú hagas lo que tengas conveniente.

Muchísimos recuerdos de todos, besos de papá, de las niñas y de tu madre que tiene grandes deseos de abrazarte.

Vicenta

 

Granada, 12 de marzo de 1931

 

Queridísimo hijo:

Ya teníamos grandes deseos de recibir carta tuya y que nos contaras cómo te encuentras en tu nueva casa. Verdad que como estás invitado con mucha frecuencia, eso te supone una economía grande, pero el almuerzo lo harás en la calle, y el desayuno creo yo que lo perderás, porque salir nada aunque si eso es una jaqueca, y preparando tu doble jaqueca porque no tienes costumbre de esas cosas. Pero yo creo que cuando esté Paquito contigo debéis tener las cosas necesarias y arreglarse vosotros el desayuno y la merienda, y que la portera os limpie los cacharros, puesto que es tan limpia y tan simpática.

Federico, que sea verdad todo lo que me dices y que no pierdas el tiempo tontamente, pues ahora estás en la época mejor de tu vida para dar el maximun de rendimiento en tu trabajo, y desde Mariana y la Zapatera han pasado seis años y no has hecho otra cosa: tus planes son siempre muy buenos, pero tardas mucho en ponerlos por obra o se quedan en el tintero, y eso es una lástima. Tu hermano está trabajando bastante y los demás todos bien. La niña monísima y con una viveza extraordinaria siendo al mismo tiempo buenísima, no llora nunca, siempre está en su cuna, pero da unos gritos y hace unas cosas de alegría que es un primor. Yo creo que tiene los ojos tan expresivos como tu padre y por eso resulta con una cara muy simpática para lo chiquita que es. Pronto te mandaremos unas fotos si conseguimos que salga bien. Los saquitos que le regaló tu amiga le está muy bien y le favorecen de una manera extraordinaria. A Conchita le gustaron muchísimo y los agradeció lo que no te puedes figurar porque además no lo esperaba.

Si a ti te parece bien se lo haces saber a esa señora.

Estamos muy contentos de que pases la Semana Santa con nosotros, pero que no hagas la maña partida de dejarnos esperando como otras veces, que ya somos unos viejos y por lo mismo tenemos más deseos de que estéis todos con nosotros. Tanto es así que si yo pudiera, cuando se fuera Paquito me iría con él.

Abrazos de todos y muchísimos de tu madre.

Vicenta