Nunca es tarde

Luis Bárcenas podría haber dimitido hace meses. No lo hizo y ha esperado a declarar ante el Supremo. Eso generó a su partido prejuicios evidentes en la investigación del denominado «caso Gürtel». Es posible que el tesorero del PP sea inocente de todos o buena parte de los cargos que se le imputan. También puede ocurrir que no lo sea. Sólo los tribunales podrán determinar lo que al respecto proceda, como corresponde en un Estado de Derecho. Pero, sentencias al margen, está claro que Bárcenas debió hacer hace meses lo que libremente decidió ayer. Creo que él mismo, además, es consciente del error, y por eso comunicó la renuncia transitoria a ejercer su cargo aun sin que sea oficial resolución alguna del Tribunal Supremo con relación a su imputación definitiva. Nunca es tarde para hacer lo que se debe, ciertamente. De haberlo hecho antes hubiera evitado muchos comentarios hostiles y titulares de prensa innecesarios. También tensiones internas. Y algunas decisiones precipitadas como la de imputar a la Policía Judicial responsabilidades que sólo son políticas, al menos mientras no se demuestre lo contrario. Luis Bárcenas ha dimitido y habrá que esperar a ver si es verdad lo que le imputan. Hace bien el tesorero. Debió hacerlo mucho antes. Si fuera declarado inocente, el PP debería restituirle en sus responsabilidades de inmediato. Aunque fuese años después y los daños causados pudieran ser ya irreparables. Porque nunca es tarde.