Obama ante la izquierda de EE UU

Al especialista del Ejército de Tierra norteamericano, David McClean, desplegado en la base de Guantánamo, no le importa si sus compañeros son homosexuales o heterosexuales. «Lo que quiero es tener a alguien lo suficientemente fuerte a mi lado como para arrastrarme y ponerme a salvo si me hieren en una batalla», explicó el soldado a LA RAZÓN. McClean no oculta que algunos militares sí pueden tener reservas con la cuestión de la orientación sexual de sus compañeros, un asunto incluido en el debate social de Washington.El presidente norteamericano, Barack Obama, lo sabe. Y, por ello, ha intentado frenar la discusión política sobre este asunto junto con el del aborto e inmigración, mientras ha centrado su atención en la situación de la economía estadounidense y las guerras de Irak y Afganistán. Sin embargo, el anuncio de la dimisión del juez David Souter en el Supremo prevé abrir los debates sociales. A Obama se le acaba de echar encima el sector más izquierdista que le exige que se pronuncie sobre si prepara un calendario para la reforma migratoria, qué futuro tendrán las leyes de protección del aborto o si conseguirá que los homosexuales dejen de esconderse en el Ejército de EE UU. Precisamente, se espera que los próximos días el presidente pronuncie su primer discurso sobre la reforma de la inmigración. Este asunto suscitó una pregunta en la rueda de Prensa que ofreció esta semana sobre los primeros cien días de su mandato. Entonces, el líder demócrata confirmó que abordaría esta cuestión este año, aunque no ofreció una fecha concreta. ManifestacionesEl pasado viernes 1 de mayo tuvo lugar una manifestación de cientos de inmigrantes en situación ilegal en las principales ciudades del país. En Estados Unidos, hay unos 11,7 millones de personas que trabajan sin autorización del Gobierno, pero que ocupan puestos de trabajo esenciales para el funcionamiento de las grandes urbes como Nueva York, Los Ángeles, Washington o Chicago. Obama ha prometido trabajar con el Congreso para sacar de la sombra a estos inmigrantes empleados en la construcción, restaurantes o servicios de paquetería, entre otros trabajos. Al ex presidente Bush, le salió mal su intento de construir un puente legal para regular a estos millones de personas, que representan el cinco por ciento de la fuerza laboral en el país. Barack Obama ha prometido trabajar con su contricante en las elecciones presidenciales, John McCain, para sacar adelante esta reforma. Pero, para ello, necesita contar con el apoyo de los legisladores del Congreso y el respaldo de los jueces del Tribunal Supremo.

Once soldados latinos adquieren la nacionalidad de EE UUOnce soldados latinoamericanos se convirtieron el viernes (en la madrugada del sábado en España) en estadounidenses en la primera ceremonia de naturalización encabezada por el presidente de EE UU, Barack Obama, en la Casa Blanca. En el emotivo acto participaban 24 miembros de las Fuerzas Armadas de distinto origen. Obama afirmó en su discurso que «la ciudadanía no es sólo una serie de derechos, también de responsabilidades». «Esto hace que valga la pena mucho de nuestro duro trabajo», prosiguió el mandatario en el Salón Este. Los soldados expresaron su agradecimiento por la asistencia del presidente. Y Obama subrayó: «Es para mí un honor y un placer personal el poder ser el primero en darles la bienvenida como mis conciudadanos de EE UU».