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Oleada de optimismo en Washington

Oleada de optimismo en Washington
Oleada de optimismo en Washingtonlarazon

Washington- Sí, el estado de la economía produce terror, igual que los desafíos en el exterior, pero EE UU vive hoy, en la víspera de coronar a su nuevo presidente, una ola de optimismo y esperanza que no se repetía desde hacía 30 años. Las encuestas que publicaron ayer los principales diarios hacen historia. Los norteamericanos confían en que Barack Obama será capaz de sacarles del agujero, aunque son conscientes de que no hay recetas mágicas ni soluciones inmediatas. Es más, están convencidos de que la recesión va a durar, por lo menos, dos años más. Pese a ello, americanos de izquierdas y de derechas reciben mañana a su primer presidente negro con los brazos abiertos.
Según el sondeo de «The New York Times» y la CBS, el 79% de los estadounidenses se siente optimista ante la perspectiva de tener a Obama en el poder los próximos cuatro años. Se trata de un nivel de ilusión que supera el registrado en los albores de los últimos cinco presidentes del país.
Ayer Washington vibró no ya con optimismo, sino con verdadero fervor, en el primer acto de masas diseñado para dar la bienvenida al nuevo presidente. Más de 750.000 personas acudieron al Mall de la ciudad, frente al famoso Memorial Lincoln para escuchar a una quincena de artistas, entre ellos, U2, Beyonce, Shakira y Bruce Springsteen. Ahí estaban también los verdaderos protagonistas, Obama y Joe Biden, el vicepresidente en ciernes, que asistieron al espectáculo. «Todo es posible en EE UU», declaró Obama en unas palabras a mitad de concierto, que calificó como una «celebración de la renovación americana».
El termómetro subió ayer por fin a dígitos positivos y en el aire del fortificado centro de la capital federal se respiraba un impetuoso deseo de pasar página a la historia. Pese a los esfuerzos del presidente George W. Bush en el último mes de resaltar los aspectos más positivos de su legado, como la seguridad de EE UU y su labor en la lucha contra el sida en África, el mandatario republicano regresa a Texas con sólo un 22% de aprobación entre los ciudadanos. Más del 80% asegura que el país está en peores condiciones que hace cinco años y parece culpar a Bush de la crisis económica.
Un 60% de aprobación
El contraste no puede ser más abrupto respecto al nuevo inquilino demócrata de la Casa Blanca, que, de momento, disfruta, al menos ante el ciudadano medio, de una cálida luna de miel. Su nivel de aprobación se sitúa en un 60% y holgadas mayorías aseguran que Obama será un buen presidente, que promoverá un cambio real en Washington y que tomará las decisiones correctas tanto en la economía, como en Irak, donde ha prometido una ordenada pero rápida salida de las fuerzas estadounidenses.
Un rápido repaso a la historia reciente advierte, sin embargo, que esa popularidad puede terminar en un suspiro. Bill Clinton llegó a Washington con un 72% de aprobación entre los republicanos. Cuatro meses más tarde, después de intentar reformar la sanidad y tomar la controvertida decisión de permitir a los gays ingresar en el Ejército, Clinton contaba sólo con un 22% de aprobación entre los conservadores.