Pinto se «moja» por su vecino Contador

MADRID- Más de medio millar de personas se congregaron ayer en el Teatro Municipal de Pinto Francisco Rabal para seguir, a través de una pantalla gigante, el paseo triunfal de Alberto Contador por los Campos Elíseos tras ganar por segunda vez el Tour de Francia. Más tarde, y como si de un partido de fútbol se tratase, los pinteños se acercaron a la fuente de Crespo para celebrar desde la localidad natal del campeón su segunda victoria en el Tour de Francia.Ataviados con maillots amarillos, con camisetas de apoyo a Contador y con centenares de bastones inflables con el lema «Pinto siempre con Alberto Contador. Sabemos quién es el líder», los asistentes produjeron un ruido ensordecedor cada vez que el de Pinto salía en pantalla sobre la bicicleta camino del podio. Con el objetivo de que «se nos oiga hasta en París» los cientos de pinteños que abarrotaban el Teatro Francisco Rabal entonaron cánticos de ánimo al joven corredor madrileño y a la entrada al teatro, pudieron dejar constancia de su apoyo a Contador imprimiendo sus manos con pintura azul en una gran tela amarilla que se instalará en la fachada del Ayuntamiento para recibir al campeón a la llegada a su municipio, prevista para las 19:30 horas.Tras su llegada al aeropuerto de Barajas Contador ofrecerá una rueda de prensa a las 17:00 horas en el patio de la Real Casa de Correos y, posteriormente será recibido por la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. La jefa del Ejecutivo madrileño y su vicepresidente, Ignacio González, se trasladaron ayer a París para respaldar al ciclista, desde donde subrayaron el valor deportivo y como persona del ciclista pinteño.Por otra parte, el alcalde de la localidad, Juan José Martín, anunció que Alberto Contador será nombrado hijo de Pinto, a través de una ordenanza municipal que tendrá que pasar por pleno. Después del homenaje de la Comunidad, el ciclista será homenajeado por su Consistorio. Un centenar de ciclistas profesionales acompañarán desde su sillín a Contador a su llegada al pueblo, donde le espera una recepción ofrecida por el Ayuntamiento junto con sus vecinos. Al igual que cuando ganó el Tour en 2007, se espera que la localidad madrileña vuelva a volcarse con su vecino más internacional.