Cine

París

Poesía de altura

Poesía de altura
Poesía de alturalarazon

Dirección: Hou Hsiao-hsien. Guión: Hou Hsiao-hsien y F. Margolin. Intérpretes: Juliette Binoche, Fang Song, Hyppolite Girardot. Francia-Taiwán, 2007. Duración: 113 min. Comedia. En una de sus mejores películas, «Café Lumière», Hou Hsiao-hsien tomaba como fuente de inspiración el cine de Ozu para fabular sobre la fragilidad de las relaciones humanas. Los trenes y los hilos eléctricos que los ayudan a cruzarse hasta el infinito eran el «leit-motiv» visual que sustentaba una película de una delicadeza que resultaba difícil de definir, tan sensible y etérea como este «El vuelo del globo rojo», también basada en la obra de otro cineasta, el francés Albert Lamorisse.Aunque ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes al mejor cortometraje, «El globo rojo», ahora editada en DVD en nuestro país, ha tenido que superar los prejuicios que genera la etiqueta de «cine infantil» para reivindicarse desde el espíritu poético con que fue concebida. En manos de un director como es Hsiao-hsien, la historia del globo rojo y el niño, ahora filmados en vídeo por su canguro, una estudiante de cine china, actualiza y amplía esa poesía desde la celebración de la imaginación que no descarta la celebración de lo cotidiano. Las largas secuencias que transcurren en el piso de Suzanne (Juliette Binoche), la vivaz maestra de marionetas, muestran un admirable respeto por el tiempo de lo real, como si Hsiao-hsien lo quisiera como marco de las sucesivas irrupciones de un globo que, en cierto modo, son la carne y el hueso del cine, del corto que rueda Fang Song. Así las cosas, «El vuelo del globo rojo», con sus idas y venidas, con la energía de una mujer de pelo rubio que ríe, llora, se pelea (con su vecino) y se reconcilia (con el mundo) como brújula, ofrece una bonita definición del cine, de la misma esencia de las imágenes en movimiento: sobre la tela de lo real aparece, por sorpresa, el color de lo imaginario.

Hou hsiao-Hsien, cine en voz bajaNació el 8 de abril de 1947 y es uno de los directores más notables de la nueva generación de cine taiwanés. La carrera de Hou Hsiao-hsien arranca en 1980 con «Cute Grils». A partir de ese momento rueda prácticamente una película por año, hasta que se toma un respiro en 1989 con «Tierra de desdicha» y regresa cuatro años más tarde con «El maestro de marionetas», de 1993. Pero no será hasta 2003 cuando su nombre se consolide tras el estreno de «Café Lumière» para el estudio Shochiku como homenaje al director japonés Yasujiro Ozu y que recogía algunos de los temas de la filmografía del maestro. El Festival de Cannes le otorgó la Palma de Oro en 2005 por «Tiempos de amor, juventud y libertad» (en la imagen). En «El vuelo del globo rojo», Hou Hsiao-hsien trasladó el rodaje a París, «ciudad que había visitado en un par de ocasiones. Antes de Café Lumière nunca pensé que rodaría en el extranjero», confiesa el director. El peso del tiempo está muy presente en sus obras: «Nuestras vidas están llenas a rebosar de retazos de recuerdos. Por ejemplo, de joven jugaba al billar y se me quedó grabada «Smoke Gets in Your Eyes». Llevo tanto tiempo viviendo con estos recuerdos que forman parte de mí. La única manera de saldar mi deuda quizá sea filmarlos», declara.