Presión sindical: el 15 de julio debe acordarse la Concertación

Dos meses para cerrar lo que no se ha hecho en lo que va de año. Los sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO, ya no esperan más para cerrar el VII Acuerdo de Concertación Social. Hasta ahora, según explicó el secretario general de Comisiones, Francisco Carbonero, han sido pacientes por dos motivos: el cambio de Gobierno y las negociaciones entre los partidos políticos para cerrar un acuerdo anticrisis. Ahora es su turno, quieren asumir el protagonismo que les corresponde y exigen que se cierre el texto definitivo antes del 15 de julio.

La consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, se reunió ayer con el secretario de Organización de UGT-A, Francisco Fernández, y el secretario general de CC OO, Francisco Carbonero, en el primer contacto formal para comenzar las negociaciones del VII Acuerdo de Concertación Social. Ya hubo un encuentro previo en febrero, que sirvió para hacer balance del VI y en el que la Administración le entregó un documento tanto a los agentes sociales como a la patronal con las líneas estratégicas del nuevo acuerdo. La metodología que van a seguir es la habitual: a partir de las aportaciones de sindicatos y patronal se elaborará un documento conjunto con los aspectos específicos que se deben negociar. Para ello se celebrarán reuniones periódicas de carácter técnico que deben culminar en la aprobación de un texto definitivo antes del 15 de julio.

La implicación que demandó ayer Carbonero del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, parece lógica. En su discurso de investidura, Griñán hizo una apuesta clara por el diálogo social y afirmó que «sin la Concertación, la crisis sería más grave». Si se trata por tanto de una prioridad de su Gobierno, es evidente que el propio presidente asuma el papel protagonista en las negociaciones. Más aún, cuando este acuerdo parece más díficil debido a la coyuntura económica y a la reticencia mostrada hasta ahora por la patronal andaluza.

Una de las exigencias más firmes que quieren incluir los sindicatos en el nuevo pacto es el cambio de modelo productivo. Apuestan por la industria agroalimentaria vinculada a productos de calidad y buenas marcas; el turismo de excelencia, no dependientes de desarrollos hoteleros y campos de golf; fomento de sectores industriales como el aeronáutico, tecnologías de la información y la comunicación o las energías renovables. Pero además incluyen un matiz: que el valor añadido se quede en Andalucía. «No podemos destinar dinero público a financiar energías renovables para instalar molinillos o placas solares», aseguró Carbonero. Tampoco se pueden destinar subvenciones que se manejan «de forma inadecuada».

A la Junta, le piden «agilidad» en la aplicación de las medidas anticrisis. También le advierten de que las ayudas a personas que han acabado su prestación por desempleo deben corresponder al Gobierno central y no a las comunidades autónomas para «la cohesión del Estado». Y para los partidos políticos el mensaje es claro: que sigan negociando, pero que ya no esperan a nadie.

CLAVES- La reunión de ayer es la primera toma de contacto. Hoy, es el turno de los empresarios. En diez días debe formalizarse un documento base con las líneas estratégicas para su negociación.

- Reclaman la presencia del presidente Griñán para que impulse el acuerdo.

- Los sindicatos exigen un cambio de modelo productivo y apuntan que la educación es un eje fundamental.

- Rechazan el carácter discrecional de las subvenciones y apuestan por vincularlas a proyectos de valor añadido.

- Señalan que existe un déficit en la competitividad y en la productividad de las empresas andaluzas.

- Piden agilidad en las medidas anticrisis.