Propósitos de año nuevo: trucos para no frustrarse

Madrid- Remedios para andar por casa los hay hay miles porque ¿quién no se ha planteado iniciar una nueva vida cuando de las campanadas de fin de año sólo queda el eco? Uno de los últimos consiste en marcarse, al menos tres objetivos para, al final, cumplir al menos uno de ellos. Una vez fijada la meta sólo queda poner voluntad y, a ser posible, disfrazarla con ropa interior roja y alimentarla con un buen plato de lentejas en el primer almuerzo del año. Sin embargo, a día de hoy, nadie ha podido constatar que se traten de métodos infalibles para dar esquinazo al tabaco o convertir las zapatillas deportivas en la única compañía.

Por suerte, la ciencia ha vuelto a poner remedio a los problemas del hombre y ha puesto sobre la mesa la receta para cumplir con estos buenos propósitos. El mérito lo tienen un grupo de investigadores de la universidad británica de Hertfordshire, y del que se ha hecho eco «The Guardian».

Según el estudio, liderado por Richard Wiseman, formular aquellos aspectos en los que queremos mejorar antes de la noche de fin de año, incrementa las posibilidades de que trabajemos para su consecución durante el año que comienza.

Además de esto, para los varones las posibilidades de éxito aumentan si sus objetivos son específicos y se centran en la recompensa que conseguirán si los logran, mientras que para las mujeres la mejor manera de mantener sus intenciones es revelárselas a sus allegados.

La mitad se veía capaz

La investigación analizó a 3.000 personas que se habían propuesto una serie de objetivos para el año nuevo, como perder peso, ir al gimnasio, dejar de fumar o beber menos. Al comienzo del estudio, el 52 por ciento de los participantes tenía confianza en el éxito, pero sólo el 12 por ciento logró cumplir sus objetivos.

El equipo de Wiseman observó que los hombres tenían un 22 por ciento más de posibilidades de éxito cuando se marcaban objetivos específicos, como perder medio kilo a la semana, en lugar de perder peso en general, y aquellos que se concentraban en los beneficios de su decisión, como ser más atractivos para las mujeres, eran los que mejores resultados conseguían.

En cambio, las mujeres lograban más sus objetivos cuando se los habían comunicado a familiares y amigos, y respondían mejor cuando se las animaba tras una recaída en los viejos hábitos, lo que consideraban más como un contratiempo que como un fracaso.

Según la investigación, los propósitos con mayores posibilidades de éxito fueron disfrutar más de la vida, lo que afirmaron haber conseguido el 32 por ciento de los participantes que se lo habían propuesto; mejorar la forma física –29–; perder peso –28–, ser más ordenado –27– y dejar o reducir el consumo de tabaco y bebida –24 y 25 respectivamente–.

Para el psiquiatra español Francisco Alonso Fernández la clave del éxito consiste en que las «expectativas no pueden ser fantasías o utopías, aunque las utopías pueden ser válidas como aproximación o referencia. Todo está centrado en un cierto proyecto de vida».