Quinientos trajes para las Spice Girls

Saben que son un grupo que entra por la vista más que por el oído. Desde hace mucho tiempo asumieron que son más un fenómeno mediático que musical y, en su regreso, las Spice Girls han echado el resto. No se sabe si se han esmerado con su repertorio, pero lo que nadie ignora es que, tanto la puesta en escena de su espectáculo como toda la parafernalia que rodea a su gira mundial, está marcada por su sello: un lujo tan aparatoso como sus protagonistas.

En Vancouver se dio ayer el pistoletazo de salida de una gira que les llevará a los cinco continentes, aunque el grueso de las actuaciones se celebrará en Estados Unidos –en Madrid actuarán el próximo 23 de diciembre– e Inglaterra. Recorrerán miles de kilómetros en un Boeing 747 cedido por la compañía Virgin Atlantic, cuyo nombre, elegido a través de una encuesta en internet que todavía no ha finalizado, despeje todas las dudas sobre la identidad de sus ilustres pasajeras.

Ése es el primer toque de distinción. El segundo, los quinientos trajes que les ha diseñado Roberto Cavalli para sus más de cuarenta actuaciones. Amigo personal de Victoria Adams, las Spice han invertido cuatro millones de dólares en este fondo de armario, a lo que hay que añadir lo que se han gastado en los camerinos. Al parecer, Victoria, Emma Bunton, Geri Halliwell, Mel C y Mel B sólo se verán en el escenario, ya que cada una tendrá un camerino propio –que, por sus dimensiones bien podrían ser el minipiso de cualquier mileurista– decorado según el gusto de sus propietarias. Así, el de Mel B mandarán los estampados de leopardo, mientras que Geri y Mel C han optado por unos toques orientales.

Pero que nadie se alarme porque se resientan sus respectivas cuentas corrientes. Hasta la fecha han vendido más de 750.000 entradas para sus conciertos. Las que se pusieron a la venta para sus conciertos en Londres se agotaron en 38 segundos. Se calcula que cada una de ellas ganará, al menos, veinte millones de euros. Nueve años después de su separación, las Spice Girls lo han vuelto a hacer: su regreso, como su carrera anterior, es una de las campañas de marketing más redondas de la industria discográfica. Confiesan estar muy ilusionadas y nerviosas ante su esperado regreso por parte de sus «fans» aunque, para esto último, parece que no hay motivos.

Un tango

Habrá pocas novedades sobre el escenario. Presentarán su último disco «Greatest Hits», un recopilatorio de sus éxitos en los noventa en el que sólo hay dos canciones nuevas: «Headlines» y «Voodoo». Lo único que puede inquietarles mínimamente es el número de tango que están ensayando Mel B y Emma Burton. Ambas han perfeccionado este estilo en un «reality show» estadounidense en el que han concursado. La única incógnita a despejar es si cantarán en directo o recurrirán al «playback» como hicieron en el desfile de Victoria's Secret.