Regiones Devastadas sin propiedad

SEVILLA- «Han metido la pata hasta la saciedad». Los vecinos de Regiones Devastadas –que cuenta ya con el compromiso firme de la Junta, el Ayuntamiento y el Gobierno central para reconstruir los 18 bloques del barrio– están cansados de escuchar promesas y buenas palabras. Ayer, el delegado de Urbanismo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, anunció las opciones a las que se podrán acoger los residentes durante las obras: el realojo en una vivienda de protección oficial en régimen de alquiler –con posibilidad de continuar en ella o regresar al barrio tras la reforma–, el traslado a una VPO de alquiler con opción a compra o la adjudicación directa de una vivienda protegida en venta, al precio más bajo establecido y obviando el listado de peticiones de Emvisesa.

Pero las reclamaciones vecinales van en otra dirección. Según la secretaria de la asociación Nuevo Amate, Coral Vera, «llevamos décadas pidiendo la propiedad de los pisos y, hoy por hoy, ninguna administración nos garantiza esta posibilidad cuando termine la rehabilitación». El pasado martes el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, visitó la zona y, según Vera, «esquivó el tema ante la indignación de los vecinos».

Celis reconoció que la Gerencia de Urbanismo está estudiando el asunto, aunque dejó claro que podría formalizarse la compra «a precio de mercado, aunque algo más bajo del que se oferte en viviendas de la misma tipología». Esta alternativa no convence a los residentes, que reclaman la formalización de las escrituras «tal y como ha ocurrido en todos los barrios de Andalucía con unas características similares a éste», sostiene Vera, quien insiste en que «va a ser imposible que la barriada se reurbanice si mantienen estas condiciones». Los últimos encuentros con los responsables municipales no han hecho más que sembrar preocupación. «Hace poco convocaron a los vecinos de un bloque y les dijeron que tenían que abandonar sus pisos en una semana», subraya Vera, al tiempo que recuerda que «muchos llevan más de 50 años en el barrio y no quieren dejarlo».

Para atender las demandas vecinales, el Ayuntamiento abrirá en el Cerro del Águila una oficina dedicada exclusivamente a la gestión de la reforma del barrio. Además, realizará un exhaustivo examen de la realidad social, económica y laboral de la población afectada que ayude a plantear nuevas soluciones.