Renault también amenaza con dejar la Fórmula 1

Madrid- Ni en el peor de sus sueños, Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), esperaba que sus propuestas reglamentarias para el próximo año fueran a provocar todo un cisma en la Fórmula 1. Primero fueron Toyota, Red Bull y Toro Rosso los que amenazaron con abandonar este deporte si se aprueban esas normas; el martes llegó la gran amenaza de Ferrari y ayer fue Renault el que se sumó a las reivindicaciones.

La escudería gala también se ha opuesto frontalmente al nuevo reglamento que establece dos tipos de equipos en función de sus presupuestos. Las escuderías que opten por tener un presupuesto de 45 millones de euros (sin contar sueldos de pilotos, relaciones públicas y desplazamientos) podrán tener ciertas ventajas en sus monoplazas. Es decir, podrán tener menos kilos en sus coches, más capacidad para el kers o mayores ventajas aerodinámicas; y otros sin límite de presupuesto que estarán sujetos a las actuales normas técnicas. Todo un despropósito de Max Mosley y la FIA que amenaza con acabar en cisma y que los equipos que forman la asociación (FOTA) construyan un campeonato paralelo.

Ferrari y Renault reclaman igualdad para todos y unas normas más lógicas y racionales, algo que siempre ha destacado en la historia de este deporte. El trasfondo de todo esto es la enorme cantidad de intereses políticos y económicos que hay en juego. La fecha límite para inscribirse en la temporada 2010 es el 27 de mayo y por ahora, ninguno de los equipos punteros piensa hacerlo.

El objetivo de la Federación Internacional del Automóvil es abaratar costes, pero su planteamiento actual es completamente ridículo y muy difícil de entender para el espectador y para los equipos.