Ingeniería

Reparar un coche híbrido cuesta casi un 4 por ciento más

La rueda de un coche híbrido. Fuente: EFE
La rueda de un coche híbrido. Fuente: EFElarazon

La reparación de un vehículo híbrido resulta menos económica que la de un automóvil con motor de gasolina, hasta el punto de que el usuario puede llegar a pagar un 3,8 por ciento más en su visita al taller, segúnel estudio «Hybrid Repair Costs». Este informe -elaborado a partir del análisis de los modelos híbridos que se comercializan en el mercado internacional- confirma que la mayor complejidad mecánica de estos vehículos y la menor disponibilidad de sus piezas y recambios, repercute directamente en la factura del taller, pudiendo suponer para el cliente un sobrecoste medio de 80 euros por su reparación. Lo que queda casi implícito es que a medida que suba la demanda de este tipo de vehículos del futuro el coste de las reparaciones será menor.En relación a sus piezas, el informe constata que si bien hace cinco años, al inicio de la "era híbrida", la sustitución de una pieza de coche híbrido era un 11 por ciento más cara, en la actualidad esta diferencia se ha acortado hasta el 1 por ciento debido a la posibilidad de utilizar piezas alternativas a las originales y al incipiente «mercado» de los desguaces que ha favorecido su reciclaje.Respecto al precio de la mano de obra de taller, el análisis señala que las diferencias de coste entre los vehículos híbridos y de gasolina son mínimas en los trabajos de chapa y pintura de estos vehículos, así como en las labores de carrocería, con un sobrecoste en torno al 4 por ciento.Sin embargo, los trabajos de mecánica y electrónica sí resultan algo más costosos, un 14,4 por ciento en los modelos híbridos debido, fundamentalmente, a la alta especialización que requieren las tareas de desconexión y conexión de la batería o el proceso de reiniciación de los componentes eléctricos propios de este tipo de vehículos.Finalmente, el estudio,realizado por la compañía Audatex,pone de manifiesto cómo a pesar de estas «dificultades», los fabricantes de automóviles están cada vez más concienciados del lanzamiento de este tipo de vehículos, como lo demuestra el hecho de que diferentes marcas de coche hayan anunciado planes de I+D para desarrollar nuevos modelos. Además, añade que en la medida en que se generalice su uso de estos vehículos y puedan emplearse cada vez más piezas alternativas en sus reparaciones, seguros verán caer los costes de reparación hasta niveles similares a la gasolina, lo que repercutirá directamente en la factura del usuario final.