Riesgos evitables

Bien es cierto que más de la mitad de los tumores de cuello y cabeza se podrían evitar si los pacientes abandonan las malas compañías, como son principalmente el tabaco y el alcohol, y tuviesen en cuanta medidas higiénicas sanitarias tan sencillas como el cuidado de su boca. En este sentido, afirma Escobar que «la carcinogénesis de más de 60 sustancias del humo del tabaco hace que el riesgo aumente hasta siete veces en pacientes fumadores, algo que potencia el alcohol al actuar como "solvente"de dichas sustancias para facilitar su penetración en los tejidos de cabeza y cuello». Además, y aunque los síntomas son muy variables y dependen de dónde esté localizado el tumor, suelen presentar una boca séptica o en mal estado, una escasa higiene dental con periodontitis avanzadas en muchos casos, y presentan comorbilidades como enfermedades cardiovasculares o respiratorias que dificultan el tratamiento.Otros de los factores de riesgo importantes son las infecciones mal curadas, exposición al sol o la práctica del sexo oral –creciente en nuestro país en los últimos años–, sobre todo en el cáncer orofaríngeo y debido al virus del papiloma humano (VPH), aunque estos casos «suelen detectarse en personas más jóvenes y tienen mejor pronóstico a la hora de llegar la curación completa», asegura Juan José Grau, oncólogo del Hospital Clínic de Barcelona.