Ciudad del Cabo

Sarkozy al rescate de Betancourt

El mandatario galo está dispuesto a viajar a la frontera entre Colombia y Venezuela para liberar a Ingrid.

La Razón
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PARÍS-Francia teme por la vida de Ingrid Betancourt. La cuenta atrás está en marcha y su supervivencia se cuenta por semanas, según el Ejecutivo francés. El pesimismo con el que las autoridades galas y la familia han multiplicado sus llamamientos a la liberación de la franco-colombiana, secuestrada desde hace 6 años por las FARC, denota la urgencia de la situación.

Máxime tras los testimonios de los últimos liberados que certifican, después de haberla visto recientemente, que su estado es crítico.

Ingrid Betancourt, de 46 años, se consume como una vela. La llama se extingue pero no las esperanzas de poder conseguir su libertad. Si hace falta el propio presidente francés irá a recogerla. Si esa es la condición exigida por la guerrilla «estoy listo para ir yo mismo a la frontera entre Venezuela y Colombia a buscarla», exhortó ayer Nicolas Sarkozy desde Ciudad del Cabo, donde efectuaba una visita dentro de su viaje oficial por Sudáfrica.

Más que «un acuerdo» el líder galo reclamó en primer lugar «un gesto humanitario» por parte de las FARC para que liberen «sin más tardar» a Ingrid Betancourt. «Es una cuestión de vida o muerte (…) No pueden dejar morir a esa mujer», prosiguió Sarkozy, quien dijo que Francia se ha comprometido a un acuerdo humanitario una vez que Ingrid haya salido de la selva.

Y el tiempo apremia ante su alarmante estado de salud. «Es cuestión de semanas», remachó el primer ministro, François Fillon, instando a la narcoguerrilla marxista a soltar a la que hoy es su rehén más importante y el más simbólico, un comodín que poder utilizar como moneda de cambio.

Según el presidente francés lo que se libra en estos momentos es «una carrera contra la muerte» y si lo peor se produjera, Sarkozy apela a la conciencia de cada una de las partes implicadas: «Cada cual se enfrentará a sus responsabilidades. Habrá quienes han hecho todo para salvar a Ingrid y los que cargarán con la responsabilidad de su muerte». Su familia también es consciente de que a partir de ahora cada minuto es precioso. Para sus dos hijos la liberación de Ingrid pasa por que el Gobierno colombiano cese las operaciones militares en la selva y acepte un acuerdo humanitario con las FARC.

Melanie y Lorenzo, imploraron a Álvaro Uribe que dé ese paso ya que su madre «se está muriendo», está «al límite de las fuerzas», muy disminuidas por culpa de una hepatitis B reincidente.