España

Sarkozy: «Puede que Zapatero no sea muy inteligente»

Según el diario francés «Liberation», Sarkozy utilizó a Zapatero para arremeter contra su rival socialista Lionel Jospin.

Sarkozy: «Puede que Zapatero no sea muy inteligente»
Sarkozy: «Puede que Zapatero no sea muy inteligente»larazon

PARIS- Por mucho menos han estallado conflictos diplomáticos en otras latitudes del mundo. Que un gobernante dude o ponga en tela de juicio el intelecto de un homólogo es poco menos que una declaración abierta de hostilidades. Incluso si el tono utilizado para desacreditar o ridiculizar a un colega es el de la ironía. Así, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se habría convertido este miércoles en el blanco de la beligerante oratoria de Nicolas Sarkozy, según relataba ayer el diario galo «Liberation» en un artículo que posteriormente desmentía el Elíseo. No fue el único al que el presidente francés cortó un traje a medida –por sus manos pasaron Barack Obama, de quien criticó su inexperiencia, la alemana Angela Merkel, por su pobre liderazgo, o José Manuel Durao Barroso, el «gran ausente» del G-20– pero sí resultó uno de los peor parados, pese a que cabe imaginar que no había acritud en sus palabras. El ambiente informal de un almuerzo en el Elíseo, al que el mandatario galo había convidado a 24 parlamentarios de todo signo político para informarles de los éxitos del G-20, se prestó a trascender las fronteras de la crisis. Según el rotativo, a lo que los presentes asistieron fue a uno de los habituales ejercicios narcisistas de Sarkozy, encarnando nuevamente el papel que más le gusta, el de «Superman» de la política. No pudo evitar el inquilino del Elíseo describirse como el faro que ilumina a otros líderes europeos y jactarse de cómo Zapatero le copió su reforma de la televisión pública. «El Gobierno español acaba de anunciar la supresión de la publicidad de las cadenas públicas. ¿Sabéis a quién han puesto como ejemplo?», preguntó ufano el francés a sus comensales. Sólo uno sacó la cara por el presidente español. «Se pueden decir muchas cosas de Zapatero», argumentó el socialista Henri Emmanuelli. A lo que un resuelto Sarkozy replicó: «Puede que él no sea muy inteligente. Pero yo los conozco muy inteligentes y, sin embargo, no han llegado a la segunda vuelta de las presidenciales», en un evidente latigazo al socialista Lionel Jospin.La crudeza del comentario evidenciaría una cierta inquina hacia el presidente español de no ser porque Sarkozy matizaba poco después que él mismo ha batido a gente «de la que se decía era más inteligente y con más estudios que yo» en una velada alusión a su más acérrimo rival, el ex primer ministro Dominique de Villepin.Consultada por LA RAZON, la Presidencia francesa desmintió ayer «formalmente» las declaraciones atribuidas a Sarkozy por «Liberation». A sólo diez días de la visita de Estado de Nicolas Sarkozy a España, el incidente es cuando menos inoportuno. Pero nadie duda de que el líder galo sabrá estrechar entre sus brazos, como si nada, al «amigo» Zapatero.

Moncloa confía en la versión «oficial»Lejos de emitir un juicio de valor sobre la información publicada en el diario francés «Liberation», según la cual el presidente galo, Nicolas Sarkozy, habría cuestionado la inteligencia de José Luis Rodríguez Zapatero, el Ejecutivo español se ha mantenido al margen y no ha entrado al trapo. Ayer, fuentes de Moncloa explicaban que no habrá declaración institucional de Zapatero u otros miembros de su gabinete, ya que el Gobierno confía en el desmentido oficial emitido por el Palacio del Elíseo. La presidencia francesa asegura que el único autor de esas palabras es el diario «Liberation». Tampoco ha trascendido si el presidente Sarkozy se ha puesto en contacto con Zapatero para aclarar la situación, a pocos días de su visita oficial a nuestro país.

Los feos de Sarkozy- Es uno de sus rasgos más característicos y, sin duda, el que más le pierde. Nicolas Sarkozy no sólo es impulsivo en su comportamiento sino que su lengua tiende a dispararse y, con frecuencia, los efectos son letales. Es de suponer que conoce perfectamente las prevenciones y cautelas del lenguaje diplomático, pero no gusta de ellas. - En Europa, a veces su estilo atraganta a más de uno. La canciller alemana Angela Merkel se habría quejado a su embajada en París de lo «táctiles» que resultan los recibimientos de su homólogo. - Y con José Luis Rodríguez Zapatero, los encontronazos se remontan a la decisión del presidente del Gobierno de regularizar a 600.000 indocumentados. El español salía mal parado cada vez que Sarkozy hablaba de inmigración. El último feo se lo hizo al dejarle fuera de una cumbre preparatoria del G-20 aunque luego se enmendó.