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Seis meses de cárcel para los mossos que maltrataron a un detenido
La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos mossos d'esquadra a medio año de cárcel cada uno por pegar y humillar a un hombre al que detuvieron en octubre de 2006 por una agresión sexual a unas turistas americanas que después resultó ser falsa.
La sentencia condena a los agentes autonómicos Nicolás Jesús Ledesma y Laura Cañas por los maltratos que la víctima sufrió durante su detención y dentro de la comisaría de Nou de la Rambla, pero no por los que denunció haber padecido en las dependencias de Les Corts, dado que la Fiscalía no acusaba por esos hechos.
El tribunal afirma tener claro lo que sucedió la noche del 1 de octubre de 2006, pero por respetar el principio acusatorio no entra a valorar los presuntos maltratos ocurridos en el interior de la comisaría de Les Corts, ante la "vaguedad y falta de concreción"del escrito del fiscal sobre lo ocurrido en esas dependencias policiales, lo que impidió que se tratara el asunto en el juicio.
La condena se basa principalmente en el testimonio de Eva M., una mujer a quien los Mossos detuvieron junto a la víctima como encubridora y que también sufrió presuntas vejaciones, aunque la Fiscalía pidió que se archivara la causa para los tres mossos a quienes se les imputaban por falta de pruebas suficientes.
La víctima fue detenida el 1 de octubre de 2006 cuando bajaba a comprar tabaco en la calle Ginebra de Barcelona y fue señalado por unas turistas norteamericanas, que explicaron a los Mossos d'Esquadra haber sido víctimas de un asalto sexual por parte de un grupo de jóvenes, denuncia que después resultó ser falsa.
Según la sentencia, los agentes cogieron a la víctima, Javier G., lo mantuvieron presionado contra los barrotes de una ventana de la calle y le colocaron las esposas, tras lo que ambos policías lo abofetearon "al menos en una ocasión"con la intención de "humillarle".
Además, el detenido cayó al suelo al tropezarse cuando lo conducían al coche patrulla, y el policía Nicolás Ledesma le propinó varias patadas.
Una vez trasladados a la comisaría de Nou de La Rambla, Javier G. y la testigo Eva M. fueron conducidos a un cuarto donde permanecieron esposados en el suelo y en el que la víctima se quejó de que le hacían mucho daño los grilletes, aunque los agentes sólo se los aflojaron "tras mucho insistir y al cabo de bastante tiempo", añade el tribunal.
Posteriormente, Javier G. fue trasladado a la comisaría de Les Corts, donde la mañana siguiente fue puesto en libertad sin que se le llegara a tomar declaración dado que la actitud "desenfadada y poco seria"de las turistas hizo dudar a los Mossos de la veracidad de su denuncia.
Para la Audiencia, no existe ninguna duda de la conducta "prepotente, desproporcionada y vejatoria"de los mossos d'esquadra, cuyo deber, recuerda el fallo, es proteger a los ciudadanos.
Según la sentencia, supone un trato degradante que dos agentes "asalten a un ciudadano que camina tranquilamente por la calle (...), le golpeen e intimiden afirmándole que se comería una agresión sexual con navaja, lo tengan peregrinando de dependencia en dependencia, lo dejen esposado y tirado en el suelo e incluso se mofen de él cuando pide llamar a su familia, diciéndole que eso es en las películas".
En su fallo, el tribunal cuestiona la versión de los mossos que testificaron en el juicio, por tratarse de unas declaraciones "estudiadas, artificiales, concretadas y carentes de espontaneidad"frente al relato "natural y espontáneo"de los detenidos.
La sentencia, que impone también el pago de una multa de 450 euros a los agentes, es la segunda que castiga a mossos d'esquadra por maltratos a detenidos en los últimos meses, después del fallo que condenó a seis años de prisión a tres agentes por torturas.
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