Sin trampa y con cartón

José Cabrera, presidente de JC Consejeros, es una de esas personas curtidas en mil batallas, pero a las que presidir grandes empresas no le ha quitado ni un ápice de naturalidad ni de conocimiento de la realidad. Es un convencido absoluto de la causa por la que cree (algo fundamental para triunfar) y alguien al que ni usted ni yo querríamos tener de enemigo porque lucha incansable hasta el final contra lo que cree injusto. Sorprende su energía, su dialéctica directa, sin tapujos. Él cree en el cartón ondulado y ésa es su religión. En que es el único embalaje sostenible, reciclable, biodegradable e higiénico que protege el contenido y es enormemente respetuoso con el medio ambiente. Y en esa lucha sin cuartel está Don José. En la lucha contra una industria de plástico a la que, según él mismo dice, hay que desenmascarar. Sabe que su batalla es larga, difícil y llena de trampas. Habla, con exquisita ironía, de «acuerdos comerciales» y de «incentivos» que el plástico no duda en utilizar para lograr sus objetivos entre los proveedores y se niega a caer en semejante dinámica para demostrar que lo suyo es una causa justa. También pelea contra los «buscavotos», pero esa es otra historia para otro día. Cabrera está convencido de su triunfo final: «los consumidores verán el cartón, no como una caja, sino como algo que ayuda a evitar el cambio climático, que reduce emisiones de C02, algo sostenible y saludable para el planeta».