«Te reciben con palmas Trini pero luego viene la tortura»

«Todos los ministros hemos tenido nuestra entrada en Jerusalén». Bernat Soria, titular hasta el martes de Sanidad, aprovechó ayer las fechas y recurrió a un símil con la Pasión para traspasar su cartera a Trinidad Jiménez. «Te reciben con palmas, Trini, pero después viene la tortura... Y la muerte», le advirtió a su sucesora. «Pero después, viene la resurrección», concluyó. La metáfora y las bromas del ex ministro con los periodistas gráficos hicieron que la toma de posesión fuera la más distendida de la mañana. Los numerosos asistentes -nueve ministros, todo el sector sanitario, el PSOE de Madrid e invitados varios, como Florentino Pérez-, celebraron con risas y aplausos la ocurrencia de Soria. Cuando le llegó el turno a la mujer que ocupará su puesto «en el consejo de administración de esta empresa llamada España», según la definió el ministro saliente, las cosas se pusieron serias. Con Sanidad, Consumo y el nuevo añadido de Política Social, Jiménez asume el grueso de las actuaciones sociales del Gobierno, su gran compromiso y las que ha prometido que no recortará por muy dura que sea la crisis. «No podía ser un reto más apasionante», aseguró. Así que la titular del nuevo Ministerio se apresuró a colocar la Ley de Dependencia como su principal prioridad. «Ninguna coyuntura va a mermar los derechos de los más vulnerables. Mi objetivo es que nadie se sienta solo», aseguró. En el nuevo Ministerio piensan ya en crear una Secretaría de Estado de Sanidad, mientras que la de Política Social ha desaparecido y dependería de la propia Jiménez. La sanidad sería secundaria. «Un ejemplo» Sin embargo, la nueva ministra también elogió los logros del Sistema Nacional de Salud (SNS), al que considera «un ejemplo de organización y asistencia reconocido a nivel mundial». Señaló que su objetivo será «seguir el camino» marcado por Soria, en la búsqueda de aunar calidad con equidad para todos los ciudadanos, libertad para elegir con seguridad, «para poder planificar las políticas públicas». De hecho, uno de los principales trabajos pendientes que le deja Soria es su ambicioso Pacto por la Sanidad, que trata de cohesionar, desde un ministerio sin competencias asistenciales, las políticas de las distintas comunidades autónomas. «Debemos mejorar cada día y lograr más igualdad», sentenció la ministra.