Todo concuerda

Uno de los problemas que acarrea la llegada al mercado de todo tipo de productos en cualquier época del año, es que muchos han olvidado la temporalidad de los alimentos. Los cítricos son de otoño e inverno porque es de su socorro cuando más precisa el organismo. A su conocido y reconocido aporte de vitamina C. Hay que añadir que, además de ser buena y útil todo el año, en los meses inclementes actúa como antioxidante o antienvejecimiento y en consecuencia previene las enfermedades respiratorias. Los cítricos son además un refuerzo para el sistema inmunitario, que es el único con licencia para combatir víricas gripes y resfriados. En la naturaleza todo concurre, todo concuerda y nada durable es simplemente azaroso.