Cataluña

Todos juntos

La Razón
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Nunca se sabe. Si hace unos años la Bienal de Venecia vivía un momento crítico (pero crítico porque unos críticos habían decidido que donde había que ir es a Kassel o a cualquier bienal exótica), ahora la vieja cita ha recuperado su prestigio. Y hasta los que denunciaban que eso de ordenar el mundo del arte por pabellones nacionales como una feria de muestras era decadente y retrógrado, ahora están allí mostrando la últimas «experiencias artísticas» de cualquier rincón del planeta. Es un escaparate donde se juega o se simula a ser países normales, con decenas de museos, miles de artistas creando las veinticuatro horas del día y muchos comisarios, eso sí, políticos y artísticos. Desde Gabón a Cataluña; desde Kazajstán a la Región de Muria. Ya estamos todos.