Investigación científica
Trabajar por y para salud
Para las fundaciones sanitarias la prioridad son los pacientes. Gracias a ellas, el Sistema Nacional de Salud emprende proyectos, planes de formación y campañas de educación para el bienestar.
Trabajan por y para la salud, ése es su objetivo común. Las sociedades médicas, científicas, industrias farmacéuticas y agrupaciones de pacientes sin ánimo de lucro se han consolidado como fundaciones sanitarias, un sector que se ha ido expandiendo y cobrando fuerza en España. La investigación y la innovación son sus baluartes y con ellos emprenden proyectos, planes de formación y docencia y campañas de educación para el bienestar de los ciudadanos.
MSD. Su lema bien podría ser «Nadie sin tratamiento», ya que desde MSD y Merck and Co. se dedican a asegurar el acceso a sus medicinas para todos los pacientes que los necesitan en el mundo, especialmente en los países en desarrollo. Y el sida es uno de los frentes contra los que luchan con mayor tesón. Un ejemplo de ello es el proyecto Achap contra esta enfermedad en Bostwana, con el que contribuyen a la donación de fármacos, formación de personal sanitario y campañas de sensibilización. Una iniciativa similar es el Programa de Donación de invermectina. En esta ocasión, el objetivo es combatir la oncocercosis o ceguera del río (una enfermedad parasitaria) durante el tiempo que sea preciso para acabar con ella.No obstante, para que este tipo de proyectos lleguen a buen puerto es necesaria la educación. De ahí que la fundación oferte diversas becas para poder formar a los jóvenes y potenciar aún más su conocimiento científico y biomédico.
Glaxo SmithKline. Comenzaron su andadura en 1991 con la Fundación de Ciencias de la Salud (FCS). Desde entonces, han organizado multitud de seminarios, conferencias, grupos de deliberación y debates sobre temas que van desde la clonación, hasta las decisiones al final de la vida, pasando por la contención de costes o la responsabilidad de los profesionales. Uno de sus objetivos se centra en la bioética. «Es una de las cosas más importantes que puede ofertar a la sociedad en un momento en el que, además, los conflictos entre los sectores aumentan y es necesario tanto aportar ideas, como introducir técnicas de manejo y resolución», destaca el presidente del patronato, Diego Gracia. Por otro lado, hace escasos meses la fundación ha incorporado una nueva línea de trabajo a través del recién creado Instituto de Medio Ambiente y Salud. «Pretendemos contribuir al desarrollo y cuidado del medio ambiente, en nuestro medio y en países en vías de desarrollo», añade Gracia.
Instituto Roche. Su prioridad, desde que se creara hace cuatro años, es impulsar y desarrollar la medicina individualizada, basada en los avances en la genética, la genómica y la proteómica. Desde el instituto buscan medidas para conocer la predisposición genética a padecer determinadas enfermedades, y para ello resulta fundamental la prevención y el diagnóstico precoz. Además, apoya el acceso a la información sobre tratamientos y servicios innovadores en el campo de la salud.
Lilly. Se centran la investigación biomédica y las acciones de apoyo a la formación y divulgación del conocimiento. Y mejor si toda esa información se transmite en español. Por ello hacen especial hincapié en la iniciativa Medes para promover la publicación científica en revistas en nuestro idioma. «Tiene por objetivo facilitar el acceso por parte del colectivo de profesionales sanitarios, en especial médicos, a las publicaciones científicas de calidad, escritas y publicadas en nuestro idioma. De esta forma, pretendemos facilitar la lectura y adquisición de conocimientos a los hispanohablantes, y dar respaldo a las revistas y editoriales que publican en español», afirma José Antonio Gutiérrez, director de la Fundación Lilly, quien destaca que «las actividades de la fundación son sistemáticamente supervisadas por un Consejo Científico». También cuentan con los premios de Investigación Biomédica con los que pretenden reconocer la trayectoria de los mejores en lo que se refiere a la investigación, «que es otro de los puntos fuertes», concluye.
Semergen. Fue en 2007 cuando se pusieron manos a la obra y decidieron desarrollar una faceta humanística y ética de la Atención Primaria. «Participamos en la mejora de AP, tanto nacional, local, como internacional», argumenta Jesús Sáinz, secretario general del instituto. Y para ello, es importante empezar por los propios profesionales, de ahí que colaboren «para perfeccionar la formación de médicos de AP y rurales». Para ello, pretenden detectar las carencias del sistema de enseñanza e intercambiar ideas. Otro proyecto del que se enorgullecen es el del museo virtual del médico rural que patrocinan, «una exposición permanente on line». Otro es el de la campaña de promoción de la salud preventiva de la mujer del siglo XXI. Ambos empezaron el pasado año.
Novartis. Tienen en mente la modernización sostenible del sistema público de salud, ¿y cómo logralo? A través de actividades de investigación. Por ejemplo, desde el grupo Salud, Innovación y Sociedad (FSIS) de la compañía han realizado «la colección de siete análisis Delphi de acceso sin restricciones sobre aspectos de relevancia estratégica para el futuro de la sanidad pública», explica Joan J. Artells i Herrero, director general de la FSIS.De lo que se sienten más orgullosos es «de nuestro papel pionero en la organización de los primeros debates con interlocutores del ámbito de la I+D+i biomédica de los paises emergentes de Asia -Pacífico y nuestra contribución al análisis prospectivo de escenarios de cambio en el entorno institucional, organizativo y de legitimación social del Sistema Nacional de Salud».
Farmaindustria. El paciente es, sin duda, el eje central del sistema sanitario. Y también de este grupo. De hecho, desde Farmaindustria afirman que «representa la naturaleza humana en su expresión más débil y supone el destino de recursos científicos, económicos, tecnológicos y humanos crecientes». Por ello la fundación premia cada año todas aquellas iniciativas en el ámbito de la salud orientadas a este colectivo. Unos galardones creados con el fin de reconocer manifestaciones de servicio en favor de los afectados.
Pfizer. Uno de los compromisos con los que surgió fue la concienciación de la población sobre el significado del concepto de envejecimiento saludable y de cómo llevarlo a la práctica. «Llevamos diez años educando en salud desde cualquier etapa de la vida, como un proceso natural, optimista y dinámico, desarrollando iniciativas que reconozcan y apoyen la investigación, la innovación, el compromiso social y la difusión», apunta Francisco José García Pascual, director de la fundación. El motivo es que, pese a que vivimos más (una media de 44 años), es necesario hacerlo con calidad. «Es fundamental procurar un envejecimiento activo, dinámico, independiente y vitalista», añade. Por eso, además de las campañas y publicaciones cuentan con programas de educación, entre los que destaca el proyecto «Tenemos Mucho en Común», con el que enseñan en el colegio a los más pequeños «fórmulas para prevenir la obesidad infantil y mantenerse sanos, a la vez que mejoran su percepción y relación con los mayores», matiza García Pascual.
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