Un extraño accidente

Los vuelos a Brasil se planifican muy bien de antemano porque atravesar el frente tropical es muy complicado y a veces no te permite superarlo por encima. Para ello, nos basamos en la previsión meteorológica y en el pronóstico para la travesía, que no es una ciencia exacta, y en función de las condiciones elegimos una de las tres alternativas que existen para salir al océano desde Brasil. Sin embargo, muchas veces llegamos al frente y tienes que utilizar el radar meteorológico para rectificar la ruta y esquivar la parte más complicada de la tormenta. Este tipo de aviones tiene un sistema de seguridad propio que, ante cualquier anomalía, se activa sin el conocimiento del piloto y manda una señal a la compañía aérea y al fabricante, que registran los datos para ver cuáles son los fallos más habituales y para activar el protocolo de emergencia si es necesario. Lo extraño de este caso es que aunque hayan sufrido una turbulencia no se haya producido ninguna llamada de emergencia porque, por muy fuerte sea, siempre tienes tiempo para hacerla. También es muy extraño que la baliza no se haya activado. En el caso de que la tormenta hubiera tirado el avión al mar, la baliza tendría que haber enviado una señal antes de hundirse. Que desaparezca un avión de esta forma es realmente sorprendente. Hoy en día, este tipo de cosas no suele pasar ni con una avioneta.