Copa del Rey

F.C. Barcelona

Un oasis llamado Forlán

Un oasis llamado Forlán
Un oasis llamado Forlánlarazon

¡Qué dolor! Los que vieran el Real Madrid-Barça y tuvieran la desgracia de tragarse lo que ofrecieron el Betis y el Atlético en el Lopera estarán a punto de cortarse las venas. Porque el espectáculo que dieron los muchachos de Nogués y Abel fue penoso, calamitoso, digno de un partido de regional e impropio de dos equipos de solera, con nombre y con aspiraciones distintas en este final de campeonato. El compromiso de Forlán, al que ayer le faltaron Simão y Agüero, sirvió para que el Atlético aspire con más fuerza –los resultados de la jornada le favorecieron– a meterse en la Liga de Campeones. Dependen de ellos mismos y se lo van a jugar presumiblemente en el Vicente Calderón frente al Valencia dentro de dos semanas.Si el uruguayo maquilló los defectos del Atlético, en el Betis no hubo nadie con el algodón mágico para lavar la cara a sus jugadores. El equipo de Nogués fue más voluntarioso que bueno, poco preciso en sus acciones y se encontró con una derrota de las que duelen porque el rival tampoco hizo más méritos para llevarse los tres puntos y dejar a los verdiblancos sin esa salvación matemática a la que aspira su afición. Una afición que la tomó con Juanito, que será rojiblanco el próximo mes de junio, y con unos jugadores que estuvieron torpes, que no resolvieron sus problemas en el centro del campo y que sólo pusieron en apuros a Leo Franco en una ocasión de Oliveira, en uno de los muchos balones aéreos que volaron sobre el meta rojiblanco porque la pelota estuvo más por el aire que por el pasto. No había domador posible y en la única jugada hilvanada de la noche Forlán hizo el gol, tras una buena pared entre Raúl García y Maxi.Con ese botín, los argumentos de Abel fueron jugar con tranquilidad y buscar el contragolpe. Faltaba, sin embargo, calidad y precisión para que Banega y De las Cuevas hicieran daño, para que Maxi ayudara más y para que la defensa no deje dudas –no sabe Juanito dónde se va a meter– como lo ha hecho durante todo el curso, primero con Aguirre y ahora con Abel, que ha sacrificado a Pablo.Como el Betis tiene muchas limitaciones el partido fue insufrible. Al canterano Cañas le metieron en un lío; lo mismo que a Capi, Mark González o un desconocido Edu. Oliveira se sumó al grupo de los desnortados y el afán verdiblanco no tuvo premio.Al Atlético no le dio vergüenza defenderse a lo loco, lo mismo que a Ujfalusi meter una mano que el árbitro no vio. Vivían los de Abel en el alambre y en las carencias del rival. Ni con Agüero, ni con Sinama las prestaciones mejoraron. Sólo Forlán aprovechó un pase excpecional de Luis García para rubricar el excesivo triunfo y demostrar que es un jugador comprometido con la rojiblanca. Fue el mejor. El único. Un oasis.