Una aerolínea para mascotas

Madrid- Todo comenzó con Zoe, el Jack Russel de los fundadores de Pet Airways, hace cinco años. Dan Weizel y Alysa Binder viajaban por todo EE UU con su perro. Siempre tenían que pagarle un billete de avión para que luego viajara en la bodega. «Si algo no es nuestro Zoe, es una Samsonite». «La pareja empezó a pensar en que tenía que haber una manera mejor de transportar a Zoe», explica la directora de la compañía, Alyse Tognotti. «¿Para qué convencer a las compañías aéreas de que traten mejor a las mascotas? ¡Mejor crear una exclusivamente para ellas!». Así nació Pet Airways.La primera compañía aérea del mundo para mascotas lleva meses preparándose para su lanzamiento. A partir de mediados de julio, los animales de compañía podrán volar a cinco ciudades distintas de EE UU. «Hemos empezado con destinos como Nueva York, Los Ángeles o Chicago. Intentamos que los vuelos sean seguros y cómodos para los animales que viajen con nosotros», reconoce Tognotti, quien tiene un perro que se llama Rocky. De hecho, la empresaria reconoce que para trabajar en esta compañía «un requisito indispensable es ser amante de los animales». «Estamos contratando a gente con experiencia en este sentido». Desde Pet Airwyas aseguran que no tratan a sus usuarios ni como pasajeros ni como mercancía, son nuestros «pawsengers» (un juego de palabras formado por la unión de pata y pasajero en inglés) y por eso destacan que el animal no aparece en la cinta de recogida de equipajes, sino que se entrega personalmente a su dueño. Tognotti describe a su público como «cualquiera que tenga un animal», y aunque han empezado con aviones para perros y gatos, piensan aumentar «el tipo de pasajeros» a reptiles, pájaros y cerdos.«De aquí a dos años esperamos expandirnos rápidamente y cubrir 24 ciudades estadounidenses más. También tenemos mucho interés en abrir mercado en Europa y Asia», augura la directora.El precio del billete está basado en el tamaño de la mascota y su destino. El más barato cuesta 149 dólares sólo ida. Eso sí, incluye pequeños paseos, comida y hasta descansos para ir «al servicio».

Visitas cada 15 minutosLos aviones que hemos seleccionado son los Bleech 1900. «Cabían 19 personas, nosotros le hemos quitado todo el mobiliario humano y las mascotas van en sus jaulas, ordenadas por tamaños». El personal de cabina (los «pet attendants») tiene que visitar a las mascotas cada 15 minutos. Además, pasean a los animales por el avión y juegan con ellos para que el vuelo sea más entretenido. «Es importante avisar al personal de cuándo fue la última vez que la mascota hizo sus necesidades, para que también les acompañen al servicio» y hasta reciben comida al aterrizar–aunque el vuelo dure menos de dos horas y media–. «Hay muchas ventajas por las que confiar en nuestra compañía», asegura Tognotti.