Una manifestación política

La manifestación del pasado martes para protestar por la educación constituye una de las mayores mentiras de los últimos tiempos. No se trató de una convocatoria del sector, sino de una llamada realizada por los partidos políticos de izquierda –PSPV, Compromís, Esquerra Unida, Esquerra Republicana de Cataluña, Bloc ...- y, por supuesto, alguna organización como el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza del País Valenciano. Por tanto, de lo que se presumía una concentración laboral pasó a ser una política. Si no ¿qué pintaba el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, en la cabecera de la marcha portando la pancarta. Que yo sepa ni es sindicalista ni trabaja en la educación.Otra de las sorpresas fue que en la procesión de protesta brillaron por su ausencia las reivindicaciones laborales. Allí sólo había gritos contra el conseller, contra Camps, contra el Consell y demás. Una circunstancia, por otra parte, que resulta lógica porque la tabla de peticiones del STEPV está configurada básicamente por temas que pertenecen exclusivamente a la responsabilidad política, a la actuación institucional. Nada de salarios, de condiciones laborales ... Eso no quita para que el Gobierno, a la hora de adoptar decisiones, consulte y fomente la participación de la sociedad civil, entre la que se hallan los sindicatos.