Una marroquí se niega a declarar por un supuesto rapto de su familia

La Audiencia de Barcelona juzgó ayer a una familia marroquí, acusada de mantener secuestrada a su hija Fátima Z.B., de 25 años, durante varios días en 2006 como represalía después de que ella no aceptara un matrimonio por conveniencia. Los juzgados por el presunto rapto son los padres y el hermano de la joven. La Fiscalía pide para cada uno de ellos cinco años de cárcel por detención ilegal. Tras unos minutos de duda durante su comparecencia, Fátima decidió ayer no declarar contra su familia, desmontando así el planteamiento del Ministerio Público. Además, los tres acusados del secuestro negaron con contundencia las acusaciones, desmintieron el supuesto rapto y afirmaron que «la joven tenía toda la libertad del mundo».