Barajas

Una noche «en verde»

Una noche «en verde»
Una noche «en verde»larazon

MADRID- Si tiene usted que coger un taxi entrada la noche o ya de madrugada y no conoce demasiado Madrid, no se preocupe, éste es el momento. Centenares de conductores desocupados recorren la ciudad en busca de clientes, convirtiendo turnos antaño tranquilos en una carrera de competición donde el trofeo es lograr un pasajero. Incluso si usted se encuentra en plena zona «de marcha» en el centro, donde hasta hace bien poco coger un taxi a las tres de la mañana era tarea de héroes, ahora no tendrá demasiado problema. Y es que la crisis ha hecho que miles de conductores acudan a las horas nocturnas para redondear su sueldo. Lo que para cuatro o cinco hubiese sido una buena idea, ha resultado no serlo tanto para 6.000. Ahora mismo, unos 10.000 taxis «patrullan» la noche madrileña frente a los apenas 4.000 que lo hacían en 2007. Taxis de 24 horasAl aumento en la oferta se añade que algunos taxis son exprimidos hasta el último segundo por los titulares de las licencias. «Hay muchísima competencia, de noche o de día. Ahora los coches se explotan las veinticuatro horas. No están parados jamás». El presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Mariano Sánchez, reflexionó reciente mente sobre el tema, declarando a Ep que en los fines de semana hay una «sobreoferta como consecuencia de la situación económica con unos 10.000 taxis que no pueden aguantar la demanda». Además, el precio de los taxis en Madrid capital ha subido un 6,1 por ciento en el último año. El aumento ya fue objeto de polémica cuando se produjo el pasado mes de diciembre ya que implicaba una subida superior al 5,2 por ciento de media registrado en otras ciudades españolas (y que ya estaba cuatro puntos por encima de la subida del IPC del año); y además tenemos la bajada de bandera más alta del país, con más de dos euros. Y ese no parece un parámetro que haya ayudado demasiado. «Si nosotros tenemos menos y ellos cobran más, pues te lo piensas. Normal», comenta Raul, un joven que acaba de llegar a Barajas desde Dusseldorf y se encamina con sus maletas hacia el Metro. «Yo antes cogía taxi, siempre. Con lo que me costaría, que serían unos treinta euros, me voy esta noche a tomar unas copas y listo». Mientras el joven razona los motivos que le llevan a decidirse por el transporte público, la hilera de taxis en espera crece.

«Un verdadero artículo de lujo»«Cada vez se cogen menos taxis. Somos un artículo de lujo», lamenta un taxista con veinte años de profesión. La situación es tal que algunos recurren a la lectura para soportar los tiempos de espera entre un cliente y otro.