Australia
Obama pierde una batalla absurda
El mundo global se ha vuelto contra Obama. Los medios de EE UU ya publican las polémicas fotos desde Australia.
NUEVA YORK- Como candidato, el presidente Obama revolucionó la forma de hacer campaña aprovechando su capacidad para utilizar con habilidad las nuevas tecnologías. Pero ha sido, precisamente, la tecnología del mundo de la globalización la que le ha «traicionado» ante una de sus decisiones más comprometidas como presidente. Empeñado en evitar la difusión de nuevas fotografías de las torturas a presos iraquíes en Abu Ghraib, el inquilino de la Casa Blanca no parece haber caído en la cuenta de que ya no es tan fácil extender un veto informativo al resto del mundo.La Casa Blanca anunció el pasado miércoles que recurriría la sentencia de un tribunal que permite la desclasificación de 2.000 fotos, como pidió la Asociación Americana por las Libertades Civiles. El argumento de Obama es que la publicación de las imágenes desencadenaría una ola de antiamericanismo en el mundo musulmán que pondría en peligro a las tropas estadounidenses.Y en medio de esa pelea jurídico política, una televisión australiana, la SBS, rompió ayer todos los formalismos y publicó quince de las fotografías de la discordia, las que el presidente no quería que vieran la luz. Durante todo el fin de semana, tanto las decisiones de Obama sobre las imágenes de las torturas como sobre la reapertura de las comisiones judiciales en Guantánamo se han sometido a un duro escrutinio por parte de activistas de derechos civiles, analistas y políticos, republicanos y demócratas por igual. De esta forma, el presidente ha descubierto ya que es mucho más difícil tomar decisiones como comandante en jefe que proponer brillantes ideas como candidato. Y eso es lo que se le critica ahora en EE UU.El hecho es que, a juicio de muchos analistas, ha sido el propio Obama el que se ha metido en un problema que no era tal. Las imágenes no aportan grandes novedades respecto a las que ya se conocían y que supusieron la suspensión de sus cargos de varios militares norteamericanos.Con la publicacion de las primeras fotos de las torturas, en abril de 2004, en el programa «Sixty minutes» de la CBS ya se abrió la Caja de Pandora sobre las técnicas de interrogatorio de las fuerzas norteamericanas. Era un asunto que salpicó de lleno a Bush pero no a Obama.Quizá por ello, el actual presidente hubiera debido dejar que se desclasificasen las nuevas imágenes, sin interponerse en los principios de libertad de los norteamericanos. Las fotos, como tal, añaden muy poco a lo ya conocido y no hubieran provocado un mayor escándalo. Pero la oposición desde el Gobierno federal a una decisión judicial que afecta a las libertades es un asunto realmente muy serio para los norteamericanos. LA RAZÓN intentó ayer ponerse en contacto con la oficina de prensa de la Casa Blanca para requerir su opinión sobre la polémica, sin que al cierre de esta edición hubiera obtenido una respuesta.
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