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Vázquez confía en que el diálogo con el Vaticano evite volver a la tensión del arranque del Gobierno socialista

El embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, confió hoy en que el diálogo sobre la reforma de la ley del aborto entre el Gobierno y el Vaticano evite la "tensión"que surgió en el arranque del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se aprobaron "una serie de leyes que no fueron perfectamente explicadas". En una entrevista en la Cadena Ser recogida por Europa Press, Vázquez explicó que el "temor"en el Vaticano era que las leyes sobre el matrimonio homosexual, la investigación con células madres o el 'divorcio exprés' "tuvieran una gran repercusión en Latinoamérica". Vázquez destacó que ahora "se dialoga mucho con el Gobierno" gracias a la participación de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Según él, el Ejecutivo ha trasladado a la Santa Sede que su "planteamiento inicial"sobre la reforma del aborto es que haya un "debate amplio y buscar formas de superar los problemas que tiene la actual ley". El embajador ante la Santa Sede hizo un balance de los cuatro años de papado de Benedicto XVI, "un Papa profundamente intelectual que ha roto muchos moldes respecto a los anteriores en la búsqueda siempre de ese sentido tan alemán de racionalizar la fe". "Desde la perspectiva de las relaciones del Vaticano con España haría un balance positivo porque se ha avanzado mucho en la colaboración y sobre todo en la superación de problemas iniciales como los que hubo en el arranque del Gobierno socialista", defendió Vázquez. Preguntado por la postura de Benedicto XVI respecto al uso del preservativo en la lucha contra el sida, Vázquez explicó que "el Papa no hizo esa denuncia tan categórica"y que lo que dijo fue que "no era el único remedio". "No dijo nada diferente a lo que dijeron los anteriores, y señaló que había otros medios para luchar contra el sida. Ha sido el primer líder que ha llegado a Africa y ha denunciado la corrupción galopante y la actuación de las multinacionales, cosa que nadie había dicho anteriormente". argumentó. En opinión del embajador español, "se ha buscado esa imagen del Papa duro e intransigente cuando realmente no es así cuando habla de estas cuestiones".