Literatura

Lorca

Viaje a Solana

Viaje a Solana
Viaje a Solanalarazon

Algunos profesores de literatura extranjeros destacan como tema mayor de mi teatro mi anticlericalismo y mi recurrencia a la «España negra». Cosa que nada tiene de novedosa ni original, pues, desde la infancia en un pueblo muy tradicional, esa España enlutada y fanática, ha sido para mí tan familiar como los rascacielos para un neoyorquino. Desde el siglo XVIII, fuertemente inducida por la «Illustration», la tendencia liberal española es muy contraria a la hegemonía de la Iglesia católica, vehículo de involución y retraso. Contamos con numerosos y valiosos ingenios que la glosan de forma diferente, desde Goya al gran novelista Galdós, más tarde Leopoldo Alas, Valle-Inclán, Baroja, los poetas Lorca y Alberti, el cineasta Luis Buñuel... Y la lista sería bien larga. Lo cual –dicho sea de paso– no ha hecho demasiada mella en esa fortaleza ibérica. Pero el testimonio tiene sobrada autoridad. Además de contar con tantos ilustres ingenios, gozamos de un verdadero fenómeno de expresión literaria y artística, contamos con el pintor más literato y con el escritor más pictórico que se pueda soñar. Un auténtico genio, con una obra más tremebunda que Francis Bacon. Y es, más que él, un tesoro de las pinacotecas y de las bibliotecas a la vez. José Gutiérrez Solana. Su obra literaria suscitó en Camilo José Cela un entusiasmo posesivo y plagiario, como el que trata de imitar y competir con un clásico. Y así, «Pascual Duarte» está escrito bajo los mismos parámetros expresivos que la literatura costumbrista de Solana. Un prodigio de economía, de contundencia expresionista y de impavidez periodística. Un día en que mi maestro, Juan Alcaide, me sorprendió leyendo una novela de Palacio Valdés, me dijo. – «¡Pero qué ñoñerías te permites leer a mis espaldas! Lee la obra de Gutiérrez Solana, sobre "La España negra"y lo vas a pasar "de miedo"». Y así fue, ciertamente. Un viaje literario «deliciosamente espantoso». Aconsejo a los lectores de vocación descubridora, que corran a hacerse con la obra completa de Solana escritor, y van a entrar en un mundo más novelesco que lo novelesco, a fuerza de ser testimonio crudo de la realidad. Solana viaja y cuenta lo que ve con una especie de fricción, como el que degusta un licor fuerte, un aguardiente de Cazalla. Eso es todo. Solana es un pintor intelectual, que frecuenta escritores famosos, como Valle-Inclán o Ramón Gómez de la Serna. Es muy «noventaiochista» el dichoso tema, entonces precedido por el famoso libro de este mismo nombre, confeccionado con ilustraciones de Darío de Regoyos y texto del poeta flamenco Emilio Verhaeren. Las ilustraciones y cuadros de Regoyos son impresionistas con un toque «naïf». La supuesta negritud está en los temas que elige, como es «la plaza de Segovia al atardecer, con grupos de negras beatas que salen "habitualmente"de la novena». Es sólo un ejemplo. Sólo se trata de un cuadro de costumbres de tono lírico y simbolista. A Solana, esto no debió parecerle la España negra. El veía la realidad hecha carne y hecha pintura, con los tonos más ocres, con las sombras más oscuras, el trazo más duro... Y escribió de modo semejante a como pintaba: magistralmente. Lo que vemos a través de sus ojos, lo que sentimos a través de su organismo, subiendo y bajando de trenes, alojándonos en posadas, asistiendo a procesiones, a corridas de toros, a cementerios, a bodegones, a vertederos, a mataderos, a sacristías, a casas de putas... casi no se puede enumerar. Degustaremos, en compañía de Solana, una tarde lluviosa y ventosa en el barrio de Ventas, mientras pasan entierros, camino de La Almudena. Entraremos, con él, en el túnel del tiempo, cosa a la que nos inducen los grandes clásicos. Seremos contemporáneos de todos los del 98, sentiremos la decadencia social y cultural de España, y nos complaceremos –un tanto masoquistas– en su desolación, su melancolía, su ferocidad popular, su religiosidad supersticiosa. No hay que decir que «lo pasamos bien» con Solana. Y que unas vacaciones en la España negra salen más baratas que en la Costa del Sol.