Crítica de cine

«Yo exploro las paradojas humanas»

La Razón
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Sergi Sánchez

 

¿Acaso vivimos en un mundo libre? «El título es irónico. No tienes ninguna responsabilidad, yo tampoco tengo ninguna responsabilidad, puedes engañarme, puedes hacerte rico, puedes hacer lo que quieras... Es un mundo libre». Valga la redundancia, «En un mundo libre», premio al mejor guión en el último Festival de Venecia, habla de la globalización, de la hipocresía que se esconde tras la flexibilidad laboral, de la explotación de los inmigrantes sin papeles. «Después de "El viento que agita la cebada", me apetecía hacer una película contemporánea, protagonizada por una persona que representara el modo en que funciona nuestra sociedad», explica Loach. «Una sociedad individualista, que busca la satisfacción personal, muy contrapuesta a la de las generaciones anteriores, que creían en la unión de fuerzas, en la energía de la colectividad».

 

Ambición polaca

Angie, la protagonista, recluta mano de obra polaca para que trabaje en condiciones precarias en Inglaterra. «Podrían haber sido de cualquier otro país de Europa del Este o de las Repúblicas Bálticas, pero entrevistamos a muchos polacos y nos llamó la atención sus grandes ambiciones, su entusiasmo», admite Loach. «Lo sorprendente es que todos deberían estar apoyando la reconstrucción de la economía de su país, y en vez de hacerlo, emigran a países como Gran Bretaña para desempeñar trabajos que están por debajo de sus posibilidades. Y eso no es bueno ni para ellos ni para nosotros». Quizá en los bulliciosos 60, tan concienciados políticamente, tenía sentido hacer cine social. Pero, ¿cómo se plantea Loach su filosofía creativa a principios del siglo XXI? ¿Es posible hacer cine social cuando la lucha proletaria parece haber desaparecido del mapa? «El cine sirve para explorar en la experiencia humana, para investigar sus paradojas. Me gustaría pensar que mi cine plantea preguntas que comparte con el espectador y que ayuda a comprender y cuestionar un cierto clima social y político. Eso sí, cada uno es responsable de lo que hará después en su relación con el mundo».

 

Sergi Sánchez