Italia

«Miss Hitler», la musa del frustrado grupo nazi italiano

Contra inmigrantes y judíos La Policía investiga a Francesa Rizzi y a otros 18 ultras por asociación subversiva e instigación al odio contra inmigrantes y judíos

La Policía italiana se incautó de cuchillos, rifles y propaganda fascista en el piso/REUTERS
La Policía italiana se incautó de cuchillos, rifles y propaganda fascista en el piso/REUTERSPOLIZIA DI STATOvia REUTERS

Francesca Rizzi presumía de ser actualmente «Miss Hitler». Con una gigante águila nazi y una esvástica tatuadas en la espalda, se había alzado con ese título en un concurso por internet este mismo año. Italiana de 26 años, Rizzi ocupa ahora las portadas de los periódicos de su país por un motivo aún más inquietante: está siendo investigada junto a otras 18 personas por asociación subversiva e instigación a delinquir. Entre sus propósitos estaba, según las autoridades, fundar un partido nazi italiano de nuevo cuño.

La Digos, el cuerpo especial de la Policía, procedió el pasado jueves a su arresto después de un año y medio rastreando sus comunicaciones, repletas de comentarios antisemitas y xenófobos. «Miss Hitler» era una de esas agitadoras que abundan en la red, donde dirigía el odio hacia judíos e inmigrantes. «Estos subhumanos deben desaparecer de la faz de la tierra. Con los hornos se necesitaría demasiado tiempo», se lee en uno de sus comentarios que han publicado los medios italianos. Su perfil en la red VK, una especie de Facebook ruso, ha sido cerrado.

Lo mismo llamaba «bastarda» a la senadora Liliana Segre, víctima del Holocausto y ahora con escolta por amenazas racistas, que atacaba al ultraderechista Matteo Salvini por fotografiarse con la bandera de Israel. Los postulados de la Liga a favor de «los italianos primero» no eran suficientes cuando Salvini se declara admirador del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Sin un trabajo estable y un niño al que ha criado ella sola, según las investigaciones policiales, Rizzi vivía de trabajos esporádicos y la ayuda de sus padres en Pozzo D’Adda, un pueblo de unos 5.300 habitantes de la provincia de Milán. Mientras tanto, su popularidad en la red le servía para sumar adeptos a su causa. Además, de la mano de su amiga Antonella Pavin –autodenominada la «sargento mayor de Hitler»– acudió el pasado verano a la llamada Conferencia Nacionalista de Lisboa con vistas a crear una alianza entre grupos afines de Portugal, Francia, España e Italia. La puesta en contacto con otros movimientos europeos les confiere a ambas el liderazgo de este grupo, que según la Policía, tenía como objetivo último crear el Partido Nacionalsocialista Italiano de los Trabajadores, de inspiración neonazi.

La propaganda nazi o fascista está prohibida por ley en Italia. Sin embargo, si hasta ahora los efectivos policiales habían seguido sus movimientos en silencio, esta semana decidieron pasar a la acción y llevar a cabo una serie de registros en varias ciudades bajo la coordinación de la Fiscalía de la ciudad siciliana de Caltanissetta. Porque es desde esta isla del sur de Italia de donde partió la investigación, realizada a partir del tiroteo contra un centro de acogida de inmigrantes.

Las primeras conversaciones que interceptaron fueron las de un hombre de la vecina localidad de Enna que tenía contactos con grupos neonazis como el luso Nueva Orden Social o el de Aryan With Michine-C18, vinculado a los «skinheads» ingleses de «Blood and Honour». En las escuchas comenzaron a aparecer alusiones a la disponibilidad o posibilidad de comprar armas y explosivos. Entre el material incautado por la Policía había fusiles, ballestas, cuchillos y material de propaganda fascista, incluidos panfletos con esvásticas e insultos contra parlamentarios de izquierdas.

Otra de las actividades sobre las que se les seguía la pista a los acusados estaba relacionada con el reclutamiento de personas para la «milicia» que el grupo pensaba adiestrar en el norte del país, concretamente en la región del Piamonte. Es entonces cuando aparece en escena un antiguo jefe de la ‘Ndrangheta, la mafia calabresa. Se trata de Pasquale Nucera, cuyo arrepentimiento y colaboración con la Justicia no le impide ofrecerse para formar a los nuevos reclutas y facilitar armas mientras gestiona un agroturismo en la región de Liguria. A Nucero, referente también del partido de extrema derecha Forza Nueva, se le atribuye incluso el propósito de incendiar una sede de la Asociación Nacional de Partisanos, aquellos que lucharon contra el fascismo y la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

Al mafioso arrepentido, «Miss Hitler» y el resto de investigados, las autoridades les acusan de instigación a la delincuencia y de constituir y participar en una asociación subversiva a raíz de las conversaciones interceptadas de contenido xenófobo y antisemita. Habían elegido un lema – «Invisibles, silenciosos y letales»– y estaban listos para lanzar su partido nacionalsocialista. Según el director de Antiterrorismo de la Policía, todos ellos tenían un «elevado grado de fanatismo violento» lleno de «nostalgias filonazis». En los últimos años la irrupción de grupos fascistas o neonazis ha vuelto a ser visible en Italia y ya son varias las redadas policiales en las que desmontan grupos armados. El año pasado, incluso, un declarado admirador de Mussolini salió a las calles de Macerata a disparar a inmigrantes, hiriendo a seis de ellos. Ahora, la operación «Sombras negras» ha frustrado el intento de «Miss Hitler» y compañía por estructurar estos movimientos.