Evo Morales, “refugiado” de lujo en Argentina

Como se rumoreaba desde hace días, el nuevo “refugio” de Evo Morales será la Argentina peronista del recién investido Alberto Fernández. Su hogar en el exilio a la espera de volver a Bolivia, aunque para eso antes su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS) tendría que ganar las elecciones.

Este jueves el ex presidente boliviano aterrizó acompañado por su exministro de Exteriores, Diego Pary Rodríguez, y se espera que también pidan refugio su exvicepresidente, Álvaro García Linera; la exministra de Salud, Gabriela Montaño; y el exembajador de Bolivia ante la OEA, José Alberto Gonzáles.

Evo Morales dio las gracias al Gobierno de México, su primer destino tras abandonar su país, por su hospitalidad y aseguró que buscará trabajar para seguir uniendo a la Patria Grande. Además tratará de cambiar su estatus de exiliado político por el de refugiado.

A diferencia del asilo político, que es otorgado por los gobiernos a individuos de otros países sin necesidad de justificar la decisión y en un breve plazo de tiempo para proteger su integridad física, el estatuto de refugiado tiene un carácter humanitario y se deben argumentar las razones para otorgarlo, tras lo cual el beneficiario goza de mayores derechos y obligaciones.

Buenos Aires, búnker de campaña de Evo Morales

Morales tiene como meta política más próxima dirigir la campaña del Movimiento al Socialismo en las próximas elecciones presidenciales de Bolivia y elegir un sucesor. En cuanto a las posibles candidaturas, en las últimas semanas surgió la figura de la nueva presidenta del Senado, Eva Copa. En el partido de Morales se ha mencionado también al dirigente cocalero Andrónico Rodríguez, que apareció en algunos carteles como posible candidato; a la senadora Adriana Salvatierra y al exministro de Exteriores, David Choquehuanca. Si alguno de ellos gana, el exmandatario podría regresar al país andino, aunque para eso la Justicia tendría que levantar los cargos que pesan sobre él. Existe otra posibilidad: el indulto.

Presionado por las Fuerzas Armadas y la oposición, Evo Morales renunció a su cargo el 10 de noviembre, horas después de convocar nuevas elecciones tras el resultado de la auditoría de la OEA que arrojó “serias irregularidades” en los comicios del 20 de octubre, en los que obtuvo su cuarto mandato. Morales estuvo casi 14 años en el poder y fue el primer indígena en dirigir a Bolivia, pero poco a poco fue alcanzando tonos más autoritarios, e incluso llegó a desconocer los resultados de un referéndum -que él mismo convocó- en el que el pueblo rechazó su reelección.

En cualquier caso, su ingreso a la Argentina es una señal más de la dirección que adoptará el Frente de Todos -partido oficialista-. En sus primeras 48 horas en el poder, el presidente argentino Alberto Fernández priorizó encuentros oficiales con delegaciones de Cuba, Rusia y China, y tuvo un primer roce con Estados Unidos por la sorpresiva presencia en el país de un integrante del régimen de Nicolás Maduro. Aunque con fama de peronista moderado, Alberto Fernández está acompañado de Cristina Kirchner como vicepresidenta, cuya hija guarda reposo en Cuba. Además, CFK fue intima amiga de Hugo Chávez y Lula da Silva. Será difícil para el nuevo presidente, en materia internacional, apartarse de la deriva marcada por “el ala zurda” del continente.