Reino Unido

Emily Thornberry, la primera aspirante “oficial” para suceder a Corbyn

La lucha por el liderazgo laborista se recrudece tras la peor debable electoral en casi cien años. Muchos sectores del partido apuestan por una mujer, y la portavoz de Exteriores ha sido la primera en postularse

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La portavoz de Exteriores del Partido Laborista, Emily Thornberry, se postuló este miércoles para suceder a Jeremy Corbyn en las primarias que la oposición celebrará a principios de 2020, tras haber cosechado la semana pasada en las urnas el peor resultado desde 1935.

Thornberry, del sector del partido que apoyaba un segundo referéndum sobre la permanencia en la UE, confirmó sus intenciones en un artículo en "The Guardian", donde arguyó que cuenta con "la experiencia política y la visión estratégica" para enfrentarse al primer ministro conservador, Boris Johnson.

Al cierre de esta edición, esta diputada era la primera en anunciar que concurrirá al liderazgo laborista, si bien también admiten que lo sopesan el portavoz para el Brexit, Keir Starmer; la de Empresas, Rebecca Long-Bailey, y los diputados Lisa Nandy, Clive Lewis, David Lammy, Jess Philips e Ivette Cooper.

Las quinielas del partido laborista
Las quinielas del partido laboristaAntonio Cruz

La formación se encuentra ahora en plena guerra civil y sumida en una grave crisis existencial. Los “corbynistas” achacan la derrota al dominio del Brexit en los comicios y a una constante campaña hostil por parte de una prensa, mayoritariamente conservadora, mientras que otros diputados critican el liderazgo débil del dirigente izquierdista y su indefinición sobre la salida de la UE. Las ideas izquierdistas de Corbyn siempre habían contado con gran apoyo entre las bases, aunque eran tremendamente cuestionadas por las filas.

Un partido segmentado

El partido se prepara ahora para unas primarias que ya han incrementado la visibilidad de las divisiones internas y multiplicado los reproches cruzados sobre las responsabilidades de la debacle en las urnas.

La disputa sobre la salida de la UE se entremezcla con la segmentación ideológica en el seno del laborismo. Corbyn representa el ala más izquierdista, mientras que la facción que encarna el ex primer ministro Tony Blair reclama un viraje hacia el centro.

Al menos, uno de los aspectos en los que hay cierto consenso en amplios sectores del partido es que una mujer debería ser la próxima líder, si bien la decisión la tomarán los más de medio millón de afiliados con derecho a voto en las primarias.

La portavoz para Empresas, Rebecca Long-Bailey, cercana a la actual dirección y que ha mantenido cierta ambigüedad respecto a la UE, parte como una de las favoritas y podría formar equipo con la portavoz de Educación, Angela Rayner, que sugirió durante la campaña que votaría por el Brexit si hubiera otro referéndum.

Entre aquellos que han defendido los lazos con la UE se sitúan como probables candidatos el portavoz para el Brexit de la formación, Keir Starmer, y la jefa del gabinete de Corbyn, Emily Thornberry, la primera que ya ha confirmado que se presentará a las primarias.

La acritud que se respira en las filas laboristas se ha puesto de manifiesto con las acciones legales que ha iniciado Thornberry contra la expdiputada Caroline Flint, una de las laboristas que ha perdido su escaño.

Flint acusó a Thornberry, diputada por un distrito de Londres, de haber llamado “estúpidos” a los votantes laboristas de Don Valley (norte de Inglaterra), mayoritariamente favorables al Brexit, algo que Thornberry asegura que es “absolutamente falso”.

Han arreciado además las críticas contra Corbyn. Blair alertó este miércoles de que el partido está “acabado” si la “extrema izquierda se mantiene en una posición de autoridad”, informa Efe.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, ha argumentado por su parte que la derrota electoral se debió a la falta de popularidad de Corbyn entre el electorado, a un programa demasiado radical y a los problemas para lidiar con las acusaciones de antisemitismo en el partido.