Argelia
Muere el general Gaid Salah, el hombre fuerte de Argelia
Un infarto acaba con la vida del hombre que había controlado el país tras la renuncia de Buteflika
En un nuevo e inquietante vuelco de la saga argelina, el jefe del Ejército y hombre fuerte del país, Ahmed Gaid Salah, falleció ayer a sus 79 años tras sufrir un paro cardíaco a primera hora de la mañana. Un deceso que arroja aún más incertidumbre sobre el futuro del país, inmerso en una revuelta pacífica sin precedentes desde hace diez meses.
«[Argelia] dice adiós en este momento y de forma repentina a un comandante militar de la talla de Gaïd Salah que demostró ser fiel a su juramento en las circunstancias más difíciles que tuvo que atravesar el país», le homenajeó la presidencia de la República.
Nacido en enero de 1940 en la provincia de Batna, en el este del país, Gaïd Salah era todo un pilar del régimen argelino armado tras la independencia del país en 1962. Con tan solo 17 años, el general se enroló a las filas de los maquis del Ejército de Liberación Nacional que lideró la resistencia contra Francia y la lucha durante la guerra de liberación del país. Tras proclamarse la independencia, Gaïd Salah se graduó en una academia militar soviética en 1971 para luego volver a casa y seguir escalando todos y cada uno de los peldaños de la jerarquía militar.
En agosto de 2004, el general dio su salto definitivo cuando fue designado jefe del Ejército por el presidente Abdelaziz Buteflika, al que Gaïd Salah siempre se mantuvo fiel hasta su caída en desgracia a principios de este año. Siguiendo la irrupción a finales de febrero del «Hirak», el movimiento popular argelino que exige una transformación radical del país, el general asumió abiertamente su papel de mandamás del régimen, y empezó a aprovechar sus frecuentes salidas por Argelia para sermonear y amenazar a los manifestantes y enviar órdenes a Buteflika y su séquito. Fue solo dos días después de un aviso que Buteflika anunció su dimisión.
Tras la renuncia del octogenario presidente y de una lucha de poder interna en el seno del régimen, Gaïd Salah se apropió sin tapujos de la dirección de Argelia, dictando la hoja de ruta a las autoridades interinas que asumieron el relieve de Buteflika. Por el camino, decenas de políticos y empresarios del clan del ex mandatario y otras figuras críticas con el Ejército han sido arrestadas bajo el pretexto de librar una campaña anticorrupción con claros tintes de saldo de cuentas. Paralelamente, los militares han instigado a tribunales y Fuerzas de Seguridad a reprimir estratégicamente al «Hirak».
En un intento de recuperar la fachada civil del régimen, Gaïd Salah urdió junto a los suyos las elecciones del 12 de diciembre, y que, aunque dieron la victoria a Abdelmadjid Tebboune, toparon con una abstención histórica por la oposición frontal del Hirak, que negó legitimidad al proceso.
Poco después del anuncio del fallecimiento, Tebboune observó la tradición de las filas castrenses y designó como jefe en funciones del Ejército a sus 74 años al general mayor Said Chengriha, comandante del Ejército de tierra desde 2018. Con la muerte de Gaïd Salah, el comandante de la Guardia Republicana, Ben Ali Ben Ali, será ahora el único que ostentará el mayor rango militar.
A pesar del poder que había llegado a acumular, el futuro de Gaïd Salah al frente del Ejército no parecía garantizado, dadas las turbulencias internas en la institución –que ya habían provocado la caída de personas próximas a él–, su avanzada edad y el hastío que había generado entre las filas del «Hirak». Por ello, no está claro lo que supondrá para el «Hirak» y Argelia su deceso.
«Las máscaras son a menudo presentadas como los rostros de los verdaderos centros de poder en Argelia, y estas máscaras son a menudo reemplazadas sin apenas cambios en la manera de operar de aquellos orquestando entre bastidores. Esto es aplicable al Ejército», desliza Yasmina Allouche, investigadora argelina en el centro TRT World. «Aunque la muerte [de Gaid Salah] puede levantar sospechas por el momento [en que se produce] y la historia de Argelia, el foco principal debe centrarse en los cambios que traerá para Argelia la reorganización del Ejército», agrega, «sobre todo para el ‘Hirak’ y para el objetivo mayor de preservar las instituciones del Estado de una más grande desintegración».
✕
Accede a tu cuenta para comentar