Internacional

El Hirak presiona para la liberación de presos

Los jóvenes revolucionarios, insisten. Antes de empezar a negociar se debe poner en libertad a los reos de conciencia

Manifestación en la capital argelina con imágenes de presos políticos
Manifestación en la capital argelina con imágenes de presos políticosToufik DoudouAP

Pocas horas después de que el pasado lunes trascendiese que el jefe del Ejército argelino Ahmed Gaid Salah había fallecido, empezaron a circular por las redes sociales mensajes de grupos de estudiantes que llamaban a cancelar las manifestaciones del día siguiente.

Su gesto, que no se produjo en abril cuando el presidente Abdelaziz Buteflika renunció a su cargo forzado por el movimiento popular, o Hirak, ilustró por momentos la incertidumbre en el país ante la situación crítica en la que se acababa de adentrar.

Finalmente, las movilizaciones se produjeron como estaba previsto y miles de personas volvieron a desfilar por las calles de distintas ciudades del país por cuadragésimo cuarto martes consecutivo. Y a pesar de la tensión que había imperado en anteriores protestas de este tipo, el operativo policial desplegado mostró una cautela inusual, evitando unas nuevas imágenes de agresividad e incidentes que nadie parecía querer ver aquella jornada.

El mensaje que envió el Hirak –y que repitió una vez más el viernes– al alto mando militar y al nuevo presidente, Abdelmadjid Tebboune, no podía ser más claro: la movilización popular no va a detenerse tampoco con el deceso del general.

«Es muy pronto para predecir cómo va a evolucionar la situación política tras la muerte de Gaid Salah, aunque una nueva dinámica de conflicto va a emerger», anticipa Rachid Tlemcani, profesor en la Universidad de Argel, que considera que el Hirak va a recuperar «nuevo aliento». Manteniendo intacta la tónica de anteriores manifestaciones, el Hirak ha seguido esta semana exigiendo un estado civil y no un régimen militar, al mismo tiempo que continúa negado cualquier legitimidad a Tebboune y cierra la puerta a una oferta de diálogo bajo las circunstancias actuales.

En esta línea, los manifestantes siguen demandando medidas al régimen antes de entablar negociación, como la liberación de los presos de conciencia, algo en lo que Tebboune podría tener ahora más margen. Por el momento, sin embargo, los mensajes en este sentido siguen siendo confusos, ya que, si bien algunos detenidos han abandonado prisión tras recurrir su caso, otros han sido sentenciados y los arrestos siguen produciéndose.

«El Hirak va a centrarse con más fuerza en la liberación de los presos políticos que se encuentran en prisión de forma arbitraria», prevé Tlemcani, que se pregunta, en cambio, si Tebboune «va a tener la influencia y el poder para dejar ir a más de un centenar de personas».