Internacional
EE UU mata al poderoso general iraní Suleimani en Bagdad en un ataque con drones ordenado por Trump
Irán califica el ataque como una “declaración de guerra” y le advierte de las “consecuencias”
Teherán ha tomado como una “declaración de guerra” la eliminación esta madrugada en un ataque estadounidense con “drone” en Bagdad del general Qassim Suleimani, jefe de la temida fuerza Quds, que se encarga de las operaciones en el exterior de la Guardia Revolucionaria de Irán. El Pentágono no ha ocultado el ataque, ya que la muerte de Suleimani es la respuesta por el asalto el primero de año a la embajada de Estados Unidos a manos de simpatizantes proiraníes, en la blindada Zona Verde de la capital iraquí.
El presidente Donald Trump no permitirá ningún símbolo de debilidad y el asesinato del líder de la Fuerza Quds, el militar más poderoso del país, es una advertencia a sus enemigos. “Por orden del presidente, el Ejército estadounidense ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal estadounidense en el extranjero al matar a Qassim Suleimani”, dijo el Departamento de Defensa de Estados Unidos en un comunicado.
Sin embargo, analistas advierten que Trump ha cruzado una línea roja al eliminar al comandante más poderoso de Irán, cuyos tentáculos se extienden a Yemen, Irak, Siria y el Líbano. De hecho, Suleimani fue alcanzado por un misil lanzado desde un avión no tripulado cuando salió del aeropuerto de Bagdad, proveniente de Beirut. Además de él murió, Abu Mehdi al Muhandis, número dos de las “Hashd al Shaabi” (as Fuerzas de Movilización Popular), quien había ido personalmente a recogerle.
El ataque sin precedentes a la legación de EEUU en Bagdad disparó la tensión nuevamente en el país, en medio de las peores protestas que ha vivido en décadas. Desde la muerte de Saddam Hussein, Irak baila entre dos aguas, bajo la influencia de Washington y del régimen iraní. Precisamente, las protestas son en parte contra la fuerte dependencia que tiene el gobierno iraquí con Irán.
Desde Irán, pasando por Pakistán hasta el Líbano, se ha condenado el asesinato al general iraní. El ayatolá Ali Jamenei pidió una “dura venganza” y el presidente iraní, Hasan Rohani, advirtió de que “no hay ninguna duda de que la gran nación de Irán y otras naciones libres de la región se vengarán por este horrible crimen del criminal Estados Unidos”.
El ministerio de Asuntos Exteriores iraní convocó al responsable de la Embajada suiza, que representa a los intereses estadounidenses en Teherán, y en las calles, miles de iraníes salieron a protestar contra los “crímenes” norteamericanos y coreaban "Muerte a Estados Unidos”.
El jefe de la dipliomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, ha calificado el ataque de “un acto de terrorismo de Estado y una violación de la soberanía de Irak”. En Bagdad, el presidente Barham Saleh instó a "todo el mundo a la moderación”, mientras numerosos comandantes proiraníes instaron a “estar listos” para responder al ataque estadounidense.
Por su parte el primer ministro dimisionario, Adel Abdel Mahdi, alertó de “una guerra devastadora en Irak”, al tiempo que el influyente líder chií, el clérigo Moqtada Sadr, anunció la reactivación de su Ejército de Al Mehdi, (una milicia anti-estadounidense) y ordenó a sus combatientes a “estar preparados”.
También, el gran ayatolá Ali Sistani, figura respetada de la política iraquí, consideró que el ataque estadounidense fue “injustificado”, mientras su representante en la ciudad santa chií de Kerbala leyó el sermón denunciando “una violación flagrante de la soberanía iraquí” y centenas de fieles gritaron "No a Estados Unidos”. Mientras tanto, la Embajada de EEUU en Bagdad pidió a sus ciudadanos que salgan de Irak “inmediatamente”. Recordar que en ese país hay aproximadamente 5.200 soldados estadounidenses que colaboran en la formación de las fuerzas locales y en la lucha contra el Estado Islámico.
En los suburbios de Beirut, feudo de Hezbolá, se honró la memoria de Suleimani y al Muhandis y este domingo se celebrará en Dahiyeh un funeral por la muerte de los dos mártires chiies. Desde el “Partido de Dios”, su secretario general, Hassan Nasrala ha declarado que seguirá la senda de Suleimani. “Completaremos el camino del gran mártir Hajj Qassim Suleimani y trabajaremos día y noche para conseguir sus objetivos”, según la declaración recogida por el canal de televisión libanés Al Manar, portavoz de Hizbulá.
“Vengar a los asesinos de los muyahidines (combatientes) será la responsabilidad y el trabajo de todos en la Resistencia. Si Dios quiere, los asesinos estadounidenses no serán capaces de conseguir ninguno de sus objetivos tras este gran crimen», espetó Nasrala. Desde Islamabad, el primer ministro paquistaní, Imran Khan, dijo que ayudará a “sus hermanos” iraníes a vengar la muerte de Suleimani.
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