Francia
Investigada la Policía de París por la muerte por asfixia de un detenido
La autopsia determina que la víctima, un repartidor que hablaba por teléfono mientras conducía, sufrió una fractura de laringe
La Fiscalía francesa ha abierto ya una investigación por homicidio involuntario después de que el pasado viernes falleciera un hombre durante un control rutinario de la Policía de París. Según las informaciones, los agentes le dieron el alto mientras circulaba en su moto, ya que, atendiendo a la versión de los mismos, se encontraba utilizando su teléfono mientras conducía. La familia de la víctima ha demandado a los agentes y ha denunciado los hechos públicamente, alegando que la versión oficial resulta confusa.
Las fuentes policiales indican que Chouviat, al que se le dio el alto, comenzó a agredir verbalmente a los agentes, tras lo cual decidieron llevarlo a comisaría acusado de un delito de ultraje. Los agentes declararon que la víctima se opuso a ser esposado, teniendo que ser reducido. Es en esta maniobra de reducción durante la cual Chouviat sufrió la fractura de laringe, que además le provocó un ataque cardíaco. El repartidor fue trasladado de inmediato al hospital, donde falleció dos días más tarde.
Durante los últimos días han circulado por las redes sociales varios vídeos en los que se puede apreciar los tensos momentos en los que se procede a reducir y detener a la víctima. Los testigos que presenciaron los hechos han contradicho la versión aportada por los policías. Según lo que se puede apreciar en ellos , Chouviat comienza a grabar a los agentes, hecho que les lleva a reducirle mediante una técnica polémica, la del placaje abdominal, que lleva siendo denunciada por Amnistía Internacional desde 2011 y que de hecho ha sido abandonada por los cuerpos policiales de países como Bélgica y Suiza, además de la Policía neoyorquina. Otro de los vídeos muestra cómo los agentes le practican técnicas de reanimación antes de la llegada de los servicios sanitarios.
“Mataron a mi hijo”, denuncia en la prensa francesa Christian Chouviat, padre de Cédric Chouviat. La familia ha declarado que las autoridades francesas están tratando ahora de encubrir un asesinato mediante mentiras, y han exigido que los agentes sean juzgados por vía penal. “Va a trabajar y de golpe le cortan la respiración. Son asesinos. Hay tres asesinos. Quiero ir a juicio. Quiero que esa gente no duerma jamás”, señalaba el padre de la víctima.
La defensa de la víctima alega que las autoridades están tratando de quitarle hierro al asunto negando la relación entre la utilización de esta polémica técnica y el paro cardíaco sufrido por la víctima. Por su parte, el ministro del Interior, Christophe Castaner, se ha limitado a reconocer que el resultado de la autopsia genera “preguntas legítimas”.
Este caso se suma a la muerte de otras dos personas que perdieron la vida durante intervenciones policiales en 2019 en Marsella y en Nantes. Las denuncias por violencia policial han aumentado en los últimos tiempos y, por tanto, este nuevo caso podría dañar, sin duda alguna, aún más la imagen de la Policía francesa, criticada por su forma de actuar en las manifestaciones.
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