Internacional
La UE aspira a una mayor influencia en Oriente Medio
Bruselas no contempla sanciones, sino que apuesta por una solución regional a la crisis que cuente con Teherán
La Comisión Europea presidida por Ursula von der Leyen cogió el testigo el 1 de diciembre con la promesa de que la voz de los Veintisiete se oiga con más claridad en un tablero internacional cada vez más convulso. Como bautismo de fuego, la nueva Comisión autobautizada como «geopolítica» hace denodados esfuerzos por convertirse en árbitro de las tensiones entre Irán y EE UU mientras intenta que el club comunitario no quede relegado de las decisiones en el avispero libio. Tras la reunión extraordinaria de los ministros de Exteriores de los Veintiocho convocada ayer, la Unión se afana en salvar el acuerdo de no proliferación nuclear como Irán, que Josep Borrell siguió definiendo como un «elemento esencial» para la estabilidad de la región, a pesar de las presiones de Washington y el anuncio de nuevas sanciones económicas.
Tras el alivio por la renuncia de Donald Trump a una escalada de violencia en la región, la UE se enfrenta al reto de establecer una estrategia alternativa sin desairar al inquilino de la Casa Blanca. De ahí la mesura e incluso asepsia a la hora de adjetivar la muerte del general Qasem Suleimani tras el ataque estadounidense. Así, Borrell destacó que buscará involucrar en el diálogo a Teherán, dado que la solución a la crisis «solo puede ser regional». «Ponemos de manifiesto que hay que dialogar con todos, sin excluir a nadie. Nada nos impide que busquemos una solución regional», argumentó el Alto Representante de la UE.
Los intentos de resurrección del acuerdo nuclear con Irán a tras el abandono de Washington en mayo de 2018 han sido una constante de la diplomacia comunitaria a pesar de que los esfuerzos europeos han sido modestos. EE UU ha seguido estrangulando la economía iraní y Teheran ha respondido incumpliendo los estándares sobre el enriquecimiento de uranio. Aunque el bloque comunitario ha intentado persuadir a sus empresas de que continúen con las inversiones en el país y ha puesto en marcha un mecanismo de pagos para sortear las sanciones estadounidenses, el acuerdo se halla en peligro terminal.
Bruselas sigue viendo de manera esperanzadora que Irán siga colaborando con la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y no se plantea sanciones hasta que no haya pruebas fehacientes de que Irán está incumpliendo los límites del enriquecimiento de uranio.
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