Hong Kong

Las difíciles relaciones con China centran las elecciones en Taiwán

Los llamamientos de Pekín a favor de la reunificación con la isla colocan como favorita a la actual presidenta, Tsai Ing Wen

Taiwan's presidential candidates gear up for upcoming general election
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, durante un acto de campaña en TaipéiHOW HWEE YOUNGEFE

Taiwán mide hoy su relación con China. Ese es, sin duda alguna, el principal legado que dejarán las elecciones presidenciales y legislativas que hoy se celebran en la democrática isla. Los comicios marcarán un antes y un después en el devenir entre Pekín y Taipei, donde contrariamente a lo que se hubiera pensado hace unos meses, la actual presidenta Tsai Ing Wen se perfila como vencedora. Si a finales de 2018, la popularidad de la líder del soberanista Partido Demócratico Progresista estaba por los suelos, 2019 permitió a la mandataria de 63 años volver a ponerse en lo más alto.

El primer paso para lograrlo no salió de su cosecha, sino que fue el presidente chino, Xi Jinping, quien en su discurso de Año Nuevo hizo un llamamiento a la unificación de Taiwán bajo su soberanía bajo el principio de “un país dos sistemas”, un hecho que ella volvió a aprovechar para advertir a sus ciudadanos de las intenciones de Pekín de hacerse con la isla. Desde ese momento, Tsai volvió a subir como la espuma. Sobre todo, entre los jóvenes de entre 20 y 34 años, de los que un 60% apoyan la independencia plena, según un estudio citado por el Washington Post de la Academia Sinica.

Taiwán, territorio donde se refugiaron las tropas nacionalistas de Chiang Kai Shek tras su derrota en 1949 frente a los comunistas de Mao, es un Estado independiente de facto que Pekín considera parte inaliebable de su territorio. En los últimos tiempos, China ha dejado claro que la recuperación de Taiwán no se puede demorar demasiado y, sin renunciar al recurso a la fuerza, ha optado por alternativas más sofisticadas como la usada en Hong Kong y Macao cuando volvieron bajo su soberanía. Sin embargo, las imágenes de las violentas protestas que sacuden la ex colonia británica desde hace siete meses con antigubernamentales batallando contra la policía, no han hecho más que demostrar a los ciudadanos taiwaneses que, precisamente, ese es el sistema que deben evitar. Y, como era de esperar, una vez más Tsai ha hecho uso de ese conflicto para advertir a sus seguidores que “Hong Kong hoy es Taiwán mañana”.

Como ella, su rival inmediato Han Kuo Yu rechaza la fórmula hongkonesa, pero apuesta por acercar posturas con Pekín, lo que no le ha ayudado a cosechar seguidores. Al líder del Kuomintang (KMT), formación política que supo conservar el poder en la isla en el complicado proceso de transición en la isla de la dictadura a la democracia, le ha servido de poco haber centrado su campaña en la economía. Especialmente, tras un 2019 en el que Taiwán logró un crecimiento del 2,9% en el tercer trimestre, situándose por delante de Singapur, Hong Kong y Corea del Sur; el empleo creció a su mayor nivel en décadas; y se incrementaron las exportaciones, entre otros éxitos económicos. Esto, unido a su mejorable gestión como alcalde de Kaoshiung, le ha situado veinte puntos por detrás de Tsai.

Según el último sondeo, que se difundió diez días antes de las elecciones como marca la ley, la cadena televisiva TVBS atribuía a Tsai un 45% del voto frente al 29% que otorgaba a Han, dejando para el tercer candidato, James Soong, un 7%, mientras un 19% de los votantes se declaraba indeciso.

Mientras tanto, Pekín parece no haber perdido ocasión y a lo largo de la campaña electoral ha tratado de influir en la opinión pública por diferentes vías. Según el Gobierno de la isla, el Partido Comunista habría tratado de comprar cuentas en las redes sociales para influir en la opinión púbica con “noticias falsas” o influir en las empresas de medios que mantienen relaciones con la China continental. A esto, se suma la presentación de “medidas” para mejorar el trato a las empresas y ciudadanos de Taiwán o estrechar lazos económicos y culturales. Para Xulio Ríos, director del Observatorio de la Política China, este paquete de medidas “aspira a conformar una especie de reunificación de hecho entre ambas comunidades a la espera de que sea posible la reunificación de derecho”.

Pero esa aspiración se antoja difícil, sobre todo teniendo en cuenta que apenas el 1% de los 23 millones de habitantes que tiene la isla está a favor de la unificación con China continental “lo antes posible”, según una encuesta anual del gobierno. Por todo ello, habrá que esperar al resultado final de hoy y comprobar si realmente queda algo de margen para Pekín en la isla. Lo que es seguro es que si Tsai resulta elegida, continuará apostando por su relación con Estados Unidos, país que considera a Taiwán un socio estratégico en la región para contener a China y con el que mantiene una estrecha relación comercial. Pero pese a que esto supondría otro revés más para el gran dragón, el ministro de Asuntos Exteriores taiwanés, Joseph Wu, pedía calma en una rueda de prensa. “Si China interpreta demasiado nuestras elecciones, puede darse un escenario en el que opte por la intimidación militar, el aislamiento diplomático o el uso de medidas económicas como castigo contra Taiwán”, apuntó.