Evo Morales

El ministro de Deportes de Bolivia derriba a martillazos un busto de Evo Morales

“Las infraestructuras que se han construido con recursos del Estado no deben llevar el nombre de un dictador”, afirma Milton Navarro

La división política de Bolivia ha adquirido tintes insólitos en los últimos tiempos, sobre todo después de que Evo Morales abandonara la presidencia del país en medio de una ola de protestas. El nuevo gobierno conservador que ha tomado las riendas de manera interina está tratando de borrar las huellas del mandatario indígena. Alguno lo hacen a martillazos.

Es el caso del ministro de Deportes, Milton Navarro, quien manifestó públicamente su inquina hacia Evo Morales destruyendo con un martillo una escultura en una instalación deportiva. “El ministro de Deportes, Milton Navarro, mediante resolución ministerial, cambió el nombre del Polideportivo Olímpico ‘Evo Morales’ de Quillacollo, que ahora se denomina Polideportivo Olímpico de Quillacollo”, indicó el Ministerio en un comunicado.

“Tenemos que ser claros, tenemos que mencionarlo, las infraestructuras que se han construido con recursos del Estado no deben llevar el nombre de un dictador, no deben llevar el nombre de un delincuente”, dijo Navarro mientras se retiraba el busto.

Periodistas toman fotografías y video de un busto de Evo Morales que fue retirado en Quillacollo.
Periodistas toman fotografías y video de un busto de Evo Morales que fue retirado en Quillacollo.Jorge AbregoEFE

Navarro defendió que a partir de ahora este polideportivo se tiene que utilizar para realizar actividades deportivas y no “concentraciones políticas”. “Todos los campos deportivos se han construido con la plata de los bolivianos, con la plata de todos ustedes y por lo tanto no podemos seguir soportando que lleven el nombre del anterior presidente que hoy está prófugo de la Justicia boliviana”, añadió el titular de la cartera de Deportes.

Evo Morales destinó parte de los recursos públicos a poner en marcha instalaciones deportivas e infraestructuras, algo que fue criticado por la oposición, que veía en los actos de inauguración una operación de imagen del presidente, a quien criticaron por una supuesta megalomanía.