Donald Trump

El “impeachment” contra Trump llega al Senado

El Congreso de EE UU elige a los siete fiscales que iniciarán el martes en la Cámara Alta el juicio político al presidente por el “Ucraniagate”

Nancy Pelosi, Sylvia Garcia, Carolyn Maloney, Jerrold Nadler, Adam Schiff
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ayer, junto a los presidentes de los comités de Justicia e InteligenciaSusan WalshAP

Después de un tira y afloja interminable, después de jurar que no enviaría al Senado los dos cargos de los que se acusa a Donald Trump hasta que los republicanos no pactaran las reglas de «impeachment», Nancy Pelosi aceptó lo inevitable. Nombró a los demócratas encargados de defender el caso, conocidos también como «managers of impeachment», y dio luz verde a que el Congreso los refrende. Los elegidos son Adam Schiff, Jerry Nadler, Hakeem Jeffries, Zoe Lofgren, Val Demings, Jason Crow y Silvia Garcia, que harán de «fiscales». 22 de ellos estaban encargados de hacer un paseíllo inédito en las últimas dos décadas. En su mano, los cargos por los que el presidente Trump será objeto de «impeachment», el tercero en la historia de EE UU.

Pelosi había hecho el anuncio acompañada de los legisladores en una rueda de prensa en el Capitolio, horas antes de la votación en la Cámara Baja. Una vez celebrada, los fiscales tienen el mandato de entregar formalmente las acusaciones –abuso de poder y obstrucción al Congreso– al Senado, donde el juicio político podría comenzar el próximo martes, según adelantó el líder de la mayoría republicana en dicha Cámara, Mitch McConnell.

«El énfasis está en subrayar los argumentos con la mayor fuerza posible y defender nuestra Constitución para buscar la verdad para el pueblo estadounidense», había comentado Pelosi a los periodistas. La Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, aprobó el 18 de diciembre los cargos contra Trump, con lo que dio luz verde al «impeachment» en el Senado, dominado por los republicanos.

Pero McConnell, a diferencia de Pelosi, prefiere un proceso corto, mientras que sus colegas demócratas apuestan por un juicio televisado, con múltiples testigos y actuaciones estelares de Trump, John Bolton y otros. Ni siquiera las últimas revelaciones, con documentos que apuntan a la posibilidad de que la ex embajadoraen Kiev Marie Yovanovitc fuera vigilada y de que Rudy Giuliani alardease delante del Fiscal General de Ucrania de contar con el respaldo del presidente, parecen capaces de torcer las expectativas de una votación favorable a Trump. Eso sí, hay un demócrata, Joe Biden, al que todo le iría mucho mejor si el juicio discurre rápido y discreto y si su nombre no acaba demasiado salpicado por los trabajos de su hijo en Ucrania. A su favor cuenta con que tres de sus oponentes, Sanders, Warren y Klobuchar, apenas podrán viajar a Iowa para hacer campaña, atrapados como senadores en las interminables sesiones del «impeachment».

«Aquí vamos de nuevo», tuiteó Trump, «con otro trabajo de estafa de los demócratas que No Hacen Nada». Y pese a la expectación generada y el contexto de división política en EE UU, el resultado del proceso es previsible que sea favorable a Trump, dado que los republicanos tienen mayoría en el Senado, donde se precisa una mayoría de dos tercios para destituir al presidente. Trump será el tercer mandatario que afronta un proceso de destitución tras Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton entre 1998 y 1999, absueltos en el Senado.

El caso contra Trump se desencadenó después de una queja de un informante a la Inteligencia del país sobre un llamada telefónica en julio entre el presidente estadounidense y su homólogo de Ucrania, Vladimir Zelenski, para que éste ordenara investigar a Joe Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción.

Según la oposición demócrata, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden.