Matteo Salvini renuncia a su inmunidad para ser juzgado

La política italiana presenta dinámicas siempre sorprendentes. El líder de la Liga, el ultraderechista Matteo Salvini, dio ayer órdenes a los senadores de su partido para que votaran a favor de retirarle la inmunidad parlamentaria y ser así juzgado por haber impedido el desembarco de migrantes de un barco militar italiano en verano. De este modo, Salvini se presenta como un mártir ante su electorado, argumentando que la clase política rival le persigue, mientras él actuó por el bien ciudadano.

Lo más llamativo aún es que lo que se votaba era una propuesta para blindar al líder ultraderechista, gracias a su inmunidad como senador, y que la había presentado la Forza Italia de Silvio Berlusconi, aliada de la Liga. Salvini rechazó la medida de gracia. Y, por si fuera poco, la mayoría de Gobierno decidió ausentarse de la votación para no darle el gustazo al líder de la oposición.

Se trata de una primera resolución, tomada por la Junta de Inmunidad del Senado, que reúne a 23 representantes de los partidos para decidir sobre esta potestad de los diputados. La decisión definitiva la tendrán que decidir sus señorías en la Cámara Alta a mediados de febrero y, en caso de confirmar el voto, la Justicia tendrá vía libre para juzgar a Salvini, que ya está imputado por varios casos.

En este, en concreto, lo que se investiga es la responsabilidad penal de quien entonces ejercía como ministro del Interior por negarse a abrir sus puertos al barco «Gregoretti» de la Guardia Costera italiana. Entre julio y agosto, mientras Salvini había endurecido su política migratoria para forzar la caída del Gobierno e intentar ir a elecciones anticipadas, mantuvo retenidos durante seis días a 130 migrantes. El caso es idéntico al de la nave «Diciotti», por el que el Movimiento 5 Estrellas (M5E) –que gobernaba con la Liga– sí apoyó su inmunidad parlamentaria.

Salvini criticó que el M5E utilizara un doble rasero, ahora que está en el Ejecutivo con el socialdemócrata Partido Democrático (PD), y ha defendido siempre su inocencia. Sin embargo, en los últimos días había cambiado su postura y ha sido él quien ha forzado para que se produjera la votación. «Voy a juicio con la cabeza alta en nombre del pueblo italiano. Si me arrestan, deben encontrar una cárcel bien grande para meternos a todos», dijo ayer en un mitin, en la recta final de las elecciones a la región de Emilia Romaña, que se celebrarán el próximo domingo.

Los comicios pueden tener repercusión también en el Gobierno de Roma, ya que, en caso de victoria de la derecha, Salvini volverá a pedir elecciones anticipadas. Emilia Romaña es una región gobernada tradicionalmente por la izquierda, aunque en esta ocasión los candidatos de uno y otro bloque se encuentran prácticamente empatados.

La política italiana se encuentra paralizada en las últimas semanas, a la espera del resultado en Emilia Romaña. El M5E y el PD pretendían que el voto sobre la inmunidad de Salvini se produjera también a partir del próximo domingo.