Venezuela
Maduro redobla el acoso contra Guaidó a su regreso a Caracas
Colectivos chavistas agreden e increpan al presidente interino de Venezuela en el aeropuerto. Tras el éxito de su gira internacional, el régimen envía a la policía bolivariana para boicotear su llegada. Los choques entre opositores y oficialistas disparan la tensión
Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por casi 60 países, llegó a su país en un vuelo de TAP que lo trasladó desde Lisboa tras una larga gira internacional por Europa y Norteamérica en la que recibió el apoyo de las grandes potencias en su lucha para desalojar a Nicolás Maduro del poder.
Alrededor de las 5 de la tarde, el vuelo tocó tierra en el principal aeropuerto internacional del país, y Guaidó presentó su pasaporte ante los oficiales de migración, que le sellaron el ingreso al territorio sin que se generase consecuencia alguna por haber violado la prohibición de salida que pesa sobre él desde 2019 por el Tribunal Supremo, controlado por el chavismo. Fue el segundo desafío a esa medida judicial. El oficial de migración dejó en resguardo el DNI de Guaidó.
Cuando salió al área pública, fue recibido por personas vestidas como trabajadores estatales que lo increparon, insultaron y le rociaron líquidos mientras lo acusaban de «vendepatrias». En circunstancias normales, los agresores no podrían haber estado allí, pero las cámaras captaron a un director de seguridad del aeródromo ayudando a la mujer protagonista del suceso a acceder a esa zona para esperar a que el líder opositor estuviera en ella.
«Venezuela: ya estamos en Caracas. Traigo el compromiso del mundo libre, dispuesto a ayudarnos a recuperar la democracia y la libertad. Empieza un nuevo momento que no admitirá retrocesos y que nos necesita a todos haciendo lo que nos toca hacer», dijo Guaidó a su llegada al país.
Afuera, pandemónium. Grupos oficialistas agredieron a colaboradores de Guaidó, diputados opositores que bajaron a recibirlo, y también a periodistas. Al menos seis reporteros resultaron golpeados, dos de ellos con heridas de gravedad.
Los diputados de la Asamblea Nacional, que estaban reunidos en una plaza pública del este de la capital para sesionar más temprano, habían suspendido el encuentro para acudir en caravana a «buscar al presidente Guaidó cuando llegue».
El Gobierno reaccionó de inmediato. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Policía del Estado de Vargas detuvieron en la autopista a los autobuses que trasladaban a los diputados hasta el aeropuerto de Maiquetía, cerraron los túneles de la única vía que conduce al aeropuerto e instalaron equipos blindados en las márgenes del asfalto.
Incluso hubo parlamentarios que denunciaron la instalación de sistemas de misiles antiaéreos, como una medida de intimidación. Los diputados opositores decidieron bajarse de los autobuses y continuar el trayecto a pie hasta llegar a la terminal, no sin antes superar a grupos de uniformados y civiles que buscaban impedirles el paso.
La parlamentaria Delsa Solórzano denunció la detención de la diputada del Estado de Carabobo Deyalitza Aray, quien se encontraba con los conductores de los autobuses que trasladaron a los diputados hasta el Estado de Vargas. Solórzano informó de que la diputada Aray no podía caminar debido a una operación reciente. Por ello, decidió intentar llegar con los transportistas, pero quedaron bajo custodia militar.
Además de tratar de restringir el paso de los opositores, los funcionarios de la Guardia Nacional y los supuestos trabajadores de Conviasa trataron de impedir el trabajo de los medios de comunicación, exigiendo un supuesto permiso para estar en las salas de espera de la terminal aérea. Ello, a pesar de que minutos antes arribó un vuelo con deportistas venezolanos y representantes de la Federación de Fútbol nacional que pudieron ser entrevistados sin permiso alguno.
La noche del lunes, Guaidó había anunciado que volvería de su gira internacional para incrementar la presión externa de los países aliados y reactivar las manifestaciones populares. Su llegada al aeropuerto fue atestiguada por parte del cuerpo diplomático, principalmente por el embajador francés, Romain Nadal, que después lo acompañó en caravana hasta la plaza Bolívar de Chacao, al este del país, donde los parlamentarios de la Asamblea Nacional retomaron la organización de la sesión del Legislativo para dar la bienvenida formal a su presidente.
Una vez en Caracas, Juan Guaidó encabezó un acto de calle junto a los diputados opositores. En su discurso, hizo balance de su gira por Europa y por Norteamérica. “Desde Davos nos traemos el compromiso a Venezuela de que pueda haber una recuperación económica pronto, también fuimos a hablar de futuro, el futuro de una Venezuela que estamos construyendo juntos ante una dictadura cobarde. Los hemos desafiado y lo vamos a seguir haciendo”. Anunció que una vez la dictadura venezolana sea derrotada, se creará un Fondo Venezuela con recursos internacionales para la recuperación del país.
Pidió a sus simpatizantes volver a las calles. “Hago un llamado a todos los sectores, todos a ejercer nuestro derecho, a exigir, a movilizarnos, no nos va a llegar gratis”.
Ratificó que vendrán más “mecanismos de presión”, aunque sean “polémicos”. Afirmó que la oposición que lidera, así como los aliados internacionales, “tenemos una estrategia, una hoja de ruta y hay cosas que se deben decir en su momento”. Dijo que las amenazas que ha recibido contra su vida, le tienen sin cuidado pues sabe que “no estamos solos”. A los dirigentes y partidos opositores los llamó a la unión.
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