Venezuela

Civiles armados con rango militar en Venezuela

El régimen incluye a este grupo de choque, de tres millones de personas, dentro de las Fuerzas Armadas

Marcha chavista conmemora XX aniversario de la Constitución
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, busca blindarse antes una eventual intervención de EE UU/EFEMIGUEL GUTIERREZAgencia EFE

Nicolás Maduro quiere contrarrestar ante Estados Unidos. A pesar de su mala reputación internacional, anunció que funcionarios de su Gobierno iniciarían el proceso para demandar ante cortes internacionales a las autoridades de Estados Unidos por «daños ocasionados a las empresas nacionales».

Fue su respuesta a las más recientes sanciones anunciadas por la administración de Donald Trump que, siguiendo lo que ya había prometido de aumentar la presión contra el régimen venezolano, emitió las restricciones que afectan a la aerolínea estatal que incluye entre su flota los aviones que usa Maduro y su más cercano entorno de colaboradores. De hecho, la empresa –como antes ocurría con Cuba y Corea del Norte– ha asumido como propios aviones oficiales que cubren rutas no públicas, cuyos registros de vuelo quedan establecidos como de líneas aéreas comerciales.

«Buscaremos justicia internacional, todo el apoyo para esta acción de demanda contra Estados Unidos, su política es criminal, imperialista, se creen dueños del mundo», dijo Maduro acusando directamente como responsable a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como el legítimo mandatario del país por la Casa Blanca.

Hacia dentro de las fronteras, Maduro también se prepara para lo otro que también fue anunciado: la reactivación de la protesta internacional. Lo ha hecho modificando la ley de la Fuerza Armada de manera irregular –a través de la constituyente y no del parlamento, como manda la norma– para hacer de las milicias populares un cuerpo con regimiento castrense formal.

La Milicia no aparece en la Constitución venezolana, pero Maduro ha insistido en equiparar ese cuerpo creado por Hugo Chávez al mismo nivel de los componentes profesionales: Ejército, Aviación, Armada y Guardia Nacional. Ahora, con la modificación legal, lo ha conseguido.

El instrumento, además, le asigna a ese cuerpo armado de civiles uniformados control poblacional. «La naturaleza popular de milicia implica que, bajo el argumento de la unión cívico militar, es un cuerpo político sin ningún tipo de formación castrense a la que incorporan al sistema defensivo nacional. Esto significa el control de la Fuerza Armada y también de la población. Se le conceden funciones de registro y control y la posibilidad de acceder a la FAN. No hay que perder de vista que con los milicianos se están llenando las plazas vacantes de la institución castrense que tiene cerca de 21% menos de sus hombres», explicó el vicealmirante retirado Jesús Briceño García, excomandante de la Armada.

La Milicia también tiene ahora la tarea legal de equipar, adiestrar y adoctrinar al pueblo para contribuir con la seguridad de la nación en todos los niveles del sistema defensivo territorial.

La Milicia, segú afirma el régimen, tiene tres millones de integrantes, pero los números no pueden ser contrastados ni verificados. En todo caso, se ha denunciado que en los cuarteles venezolanos el Ejército ha perdido integrantes, producto de la migración forzada.